Uno de los principios de la Constitución decía que la soberanía reside en el pueblo. Pues la calle ha tomado la palabra con firmas y mensajes. Las posturas son enfrentadas ante la iniciativa del domingo de acudir a la misa que se celebra a las 13.30 horas en el Oratorio de San Felipe.

La curia eclesiástica ha expresado su opinión y dice que «no se puede usar una misa para otros fines». Éstas son las palabras del vicario general de la diócesis de Cádiz Guillermo Domínguez, aunque reconoce que «todo el mundo tiene derecho a manifestarse y a expresarse con libertad». Del mismo parecer es el rector del Oratorio de San Felipe Neri Manuel de la Puente, quien «dirá misa como todos los domingos y no se va a hacer nada reivindicativo ni se aludirá a la problemática del Oratorio» aunque de forma personal esté en contra de la desacralización.

Sin embargo, otros no ven tan mal la posible venta del Oratorio. «Hay que pensar más en el edificio y la función que va a tener aunque despierte sentimientos, algo que es comprensible», aseveró el profesor de la Universidad de Cádiz, Juan Ramón Cirici. En cambio, su respectivo en la escuela Manuel Bustos es bueno que «la ciudad despierte de su letargo y levante conciencias ya que el Oratorio de San Felipe trasciende lo local e implica a todos los españoles y a los americanos».

A su vez, el vicepresidente del Ateneo, José Ramón Pérez, afirmó que «es una respuesta del pueblo unánime contra un proceso con el que no están de acuerdo». Mientras que el director del Colegio Marianista José Antonio Barbudo que la convocatoria de mañana es «ir contra la eucaristía».