El mes de mayo es de locura para la Fórmula 1 y aún más para Fernando Alonso. El piloto asturiano tiene cuatro compromisos este mes, dos de ellos en España. El próximo domingo el Gran Premio de Europa (Alemania), el día 14 el GP de España (Barcelona), el 21 una exhibición por las calles de Sevilla con el R26, y el 28 de nuevo en competición, en Mónaco.

La primera cita para Alonso será en el circuito de Nurburgring, donde este fin de semana se disputa la quinta prueba de una temporada dominada de nuevo por el asturiano y Renault, que lideran las dos clasificaciones, la de pilotos y la de constructores. Alonso ganó el año pasado en Nurburgring una carrera épica, en la que Raikkonen, en la última vuelta, sufrió un accidente tras romper una suspensión.

El asturiano, que augura una fuerte pugna en la pista alemana. «Creo que de nuevo va a haber una gran lucha. El nivel de la competición este año es mucho más igualado de lo que sugiere la clasificación del campeonato y a buen seguro que McLaren Mercedes, que corre en casa, y lo hace con los mismos neumáticos Michelin que nosotros, será de nuevo un duro rival».

Los neumáticos están teniendo de nuevo una gran importancia. «Los neumáticos Michelin han rendido de una forma muy consistente», opina Alonso.

«Fiabilidad máxima»

Una de las claves de Alonso y Renault en su título del año pasado, y en las victorias de este año, ha sido la fiabilidad, unida a la velocidad y a la facilidad de pilotaje que tiene el R26. «Hasta ahora he disfrutado de una fiabilidad máxima esta temporada, y estamos trabajando duro para asegurarnos de que esto sigue siendo así, además de ir incrementando nuestro rendimiento. Ha sido un inicio de temporada de ensueño para mí porque el nivel de competición este año es muy alto. ¿Espero que continúe todo así!», confiesa Alonso.

Una de las características del motor V8 de Renault es su flexibilidad, lo que quiere decir que entrega potencia desde muy bajo régimen, algo muy importante en el circuito de Nurburgring, en el que la tracción es determinante. En ese aspecto el Renault cuenta con una ventaja adicional, y es su reparto de pesos, más cargado hacia atrás, lo que favorece la tracción.

«En Nurburgring lo más importante es una buena tracción. Hay muchas curvas lentas y eso implica fuertes aceleraciones para salir de esos virajes. Con el motor V8 el coche no va tan al límite por lo que a tracción se refiere. Pero la tracción es el aspecto en el que siempre nos centramos para este circuito, así como también en encontrar un buen equilibrio. Y ya hemos comprobado que el R26 es muy fuerte en estas dos áreas», destaca el campeón del mundo.

Ferrari, la gran incógnita

Ferrari fue el gran rival de Alonso en Imola -también lo fue el año pasado y después su rendimiento bajó notablemente- y será la gran incógnita en las próximas carreras. «En estos momentos no sabemos hasta qué punto será competitivo Ferrari. Hasta ahora han estado a un buen nivel en los mismos circuitos que en el 2005 y en el resto no han estado demasiado bien. Todavía es pronto para decir si seguirá siendo así este año, así que no podemos descartar a Ferrari y menos cuando Michael (Schumacher) estará compitiendo ante su gente», comenta Alonso, que tiene muy claro que deben seguir su ritmo, y no preocuparse por los demás.

El optimismo de Fernando Alonso lo comparte también Bob Bell, director técnico de la parte chasis del equipo, que ve a los equipos que utilizan Michelin como los enemigos a tener en cuenta: «nuestros principales rivales serán equipos Michelin, es decir, McLaren y Honda. No descartamos a Ferrari, por supuesto, pero hemos realizado unos muy buenos test en Barcelona, y el coche también fue muy rápido el año pasado en Nurburgring».