El Cádiz afronta la antepenúltima final para mantener la categoría ante una Real Sociedad que, con su traspiés ante el Sevilla, vuelve a implicarse en la clasificación aunque todavía alejado de la zona peligrosa.

Después de la derrota ante el Barcelona, en el Camp Nou, el Cádiz necesita tres victorias en otros tantos partidos, los que quedan para la conclusión del torneo, para mantener sus esperanzas de permanencia, además de esperar resultados favorables en otros encuentros.

Pese a que la empresa se considera complicada, la plantilla y técnicos del Cádiz insisten en que todo es posible y que hasta el último momento mantendrán la esperanza. Los jugadores Benjamin, Medina y Mirosavljevic siguen de baja y no podrán participar, mientras que el resto de la plantilla estará a disposición del técnico uruguayo Víctor Espárrago.

A esto hay que añadir que Espárrago no podrá contar tampoco con la pareja de centrales Abraham Paz-De Quintana, que se recuperan de sus molestias y sí estarán disponibles para el próximo domingo ante el Getafe.

La Real Sociedad, sin los sancionados Nihat Kahveci y Aitor López Rekarte, tratará de buscar los puntos que le faltan para asegurar la permanencia y terminar una temporada para olvidar en la que jugadores y aficionados están sufriendo en exceso.

El conjunto que entrena Jose María Bakero viaja a la capital andaluza con la moral mermada tras la inesperada derrota en casa ante el Sevilla que rompió una racha de cuatro jornadas sin perder, que pueden ser a la postre las que le mantengan un año más en Primera División.

Rival directo y nueva final son los calificativos que se han utilizado en el entorno realista al hablar de este partido, en el que los blanquiazules, aunque no lo digan, firmarían un empate que, a falta de dos jornadas, dejaría a los gaditanos a seis puntos, una distancia insalvable salvo triples o cuádruples empates.

Enfrente tendrá un equipo al que se le respeta mucho en San Sebastián, principalmente si juega como local, y que seguro que pondrá las cosas muy complicadas a los guipuzcoanos.

La baja de López Rekarte será cubierta previsiblemente por Dani Cifuentes, inédito desde la llegada de Bakero, mientras que la de Nihat se compensará, reforzando el centro del campo con Mikel Alonso y situando a Morten Skoubo como única referencia en el área rival.

Con mimbres similares ha sido capaz la Real, en sus dos últimas salidas, de empatar en el Bernabéu y ganar a un Villarreal que estaba más pendiente de su semifinal de Liga de Campeones que de ese encuentro de Liga.