Mercedes Poncio instalará esta misma semana rejas en las ventanas del cuarto de sus dos hijos, de tres y seis años. No duerme tranquila desde que descubrió hace unas cuantas noches «la facilidad» con la que las ratas pueden acceder a su vivienda, cuando su marido «cazó» una de ellas en el salón, a las tantas de la madrugada. «Se levantó a por agua y allí estaba. Podía haber sido en el dormitorio de los niños».
Su vecino Francisco Cornejo, a la mañana siguiente, descubrió otra en un tercer piso. «Los vecinos están muy alterados, porque el que más y el que menos ya se ha topado con alguno de estos bichos en casa, por lo que nos hemos dado cuenta de que es un problema general», explica. El marido de Mercedes descubrió el pasado miércoles una en la motocicleta con la que va a trabajar; el dueño de un bar cercano cazó otra cuando salía a tirar la basura, y una señora mayor mató otro ejemplar en el patio mismo del bloque. «Haciendo un recuento por encima, sólo de lo que tengamos noticia, los vecinos han matado diez ratas en una semana», aclara Mercedes.
Francisco Cornejo asegura que son más, «porque están afectados casi todos los bloques de la zona, y aunque no sabemos exactamente por qué ocurre, desde hace unas semanas los vecinos de aquí no hablan de otra cosa».
Algunos de ellos creen que las ratas proceden de unas cañerías situadas cerca del colegio Alfonso X El Sabio, un motivo más para la alarma. «Hemos hablado con el director del colegio», dice una vecina, «pero nos asegura que dentro de las instalaciones no se ha detectado ninguna rata, si no ya se hubiera dado parte de las autoridades oportunas».
No obstante, entre los niños de la barriada «la cacería» de ratas también se ha convertido en el tema estrella de los últimos días. Juan José, de 13 años, afirma que su abuelo «ha cogido tres con un palo este fin de semana», y Alberto, de 11 años, explica que su madre ha colocado «cepos y veneno por toda la casa, porque salió una por la taza del retrete y nos encontramos otra debajo del fregadero, en la cocina, que había roído el cubo de la basura».
Mercedes ya ha dado el aviso a las autoridades medioambientales, «aunque nos han dicho que ya vendrían cuando pudieran, con mucha tranquilidad, porque lo que está en juego no es la salud ni la seguridad de sus hijos pequeños, por lo que se ve».
Los vecinos de Las Torres estudian diferentes alternativas para acabar con el problema. «Tendremos que dar todos aviso particular cada vez que nos encontremos con una rata, a ver si así conseguimos que se desratice la zona o que hagan lo que tengan que hacer», concluye.