Un chino, una noche de copas, un grupo de amigos y un kiosco. En este caso, estos cuatro elementos han sido suficientes para conformar una peña xerecista a la que por supuesto hay que añadirle el amor por los colores del Xerez. Y es que los niños del kiosco, nacieron tras muchos fines de semanas de fiesta junto al antiguo tenderete de prensa de la Plaza del Caballo. Fue en una barbacoa entre amigos, previa, al derbi frente al Cádiz en el que Shang Yi pasó a la historia del conjunto jerezano con aquel gran gol frente al máximo rival que valió para empatar un soso clásico.

Esa fue la semilla de una peña que dos temporadas después continúa creciendo. La juventud, el fútbol, las buenas comilonas y la fiesta son los denominadores que unen a esta veintena de xerecistas que cada domingo acuden al Fondo Sur de Chapín para animar a los suyos.

Juan Antonio del Castillo, presidente de El Kiosco, deja claro que «pese a que hace un par de años decidimos unirnos como peña, llevamos mucho tiempo acudiendo juntos a ver el Xerez. Somos un grupo de amigos desde el colegio que los últimos diez años hemos estado apoyando al equipo juntos».

La historia surgió en aquella tarde previa al derbi. Los ahora integrantes de la peña, prepararon una barbacoa horas antes del Xerez-Cádiz. Entre pinchito y hamburguesa, surgió la idea de acudir al encuentro con una pancarta que diera colorido a las oscuras gradas del Municipal. Precisamente su presidente, sacó del baúl de los recuerdos una bandera que antes había animado a los azulinos en el viejo Domecq. En ella, los niños del kiosco inscribieron el nombre de la que a partir de ese encuentro sería su peña.

Aquella banderola sirvió momentánea y puntualmente como signo identificativo. En el viaja a Murcia de esta temporada para ver el partido contra el Ciudad de Murcia -el mejor de los recuerdos para los peñistas- decidieron renovar su pancarta. Una lona oscura y unos botes de sprays solventaron el problema. Pero lo cierto es que el invento no quedó del todo bonito. «Me comentaron que a Joaquín Morales no le gustaba mucho nuestra pancarta. En cuanto nos enteramos, hicimos otra mucho más cuidada», cuenta Juan Antonio.

Viajes

Siempre que los estudios y el trabajo se lo permite, acompañan al equipo en sus desplazamientos. De los últimos, recuerdan con cariño el viaje a Valladolid. «Éramos los únicos seguidores del Xerez en el José Zorrilla. Nos llevamos una gran decepción, pero pese al duro resultado, estuvimos animando a los jugadores hasta el final del encuentro», recuerda su presidente.

También acuden alguna que otra vez a los entrenamientos en Chapín. Cuando acaban su jornada universitaria en el campus, se pasan por el estadio para ver las evoluciones de su equipo. Allí no dudan en saludar a Álex Colorado, uno de sus jugadores favoritos, pues el jerezano coincidió con algunos de los integrantes de la peña en su época escolar.

Ahora, que el ascenso está muy complicado, en el Kiosco tratan de buscar aspectos positivos. «Lo de subir, ya está muy complicado, pero por lo menos se está creando un equipo y un proyecto sólido y se están haciendo bien las cosas».