Más de 3.000 horas de sol al año y una temperatura media de 25 grados entre los meses de mayo y octubre; playas que quitan el aliento; un entorno natural privilegiado en la desembocadura del río Guadalete en pleno corazón de la Bahía de Cádiz, ... Estas son sólo algunas de las razones que han hecho de El Puerto de Santa María un referente del turismo en Andalucía. Si a ello sumamos su patrimonio histórico y monumental, y un enraizado sentido de la tradición, que se demuestra tanto en sus fiestas como en su gastronomía, no cabe duda que El Puerto se consolida como uno de lis destinos turísticos más completos de la geografía española.
El Puerto monumental
Ya nuestros ancestros prehistóricos se percataron de las bondades de esta tierra, pues los primeros vestigios de asentamiento en El Puerto de Santa María nos remiten al Paleolítico Inferior. Muestra de ello es el yacimiento de El Aculadero y Las Arenas datando este del periodo Mesolítico. No obstante, el origen de la ciudad, según cuenta una leyenda popular se atribuye a Menesheo, un caudillo de Atenas, que, después de la guerra de Troya, fundó una ciudad que llevaría su nombre, el Puerto de Menestheo.
Desde los días del fundador ateniense hasta hoy, son numerosas las construcciones y monumentos que reflejan momentos de la historia portuense. La Concejalía de Turismo y Promoción de la ciudad, ha puesto en valor algunos de ellos, destacando un recorrido por los más importantes para deleite de los visitantes. Es el caso de Antiguo Convento de Capuchinas, una construcción religiosa del siglo XVIII de extraordinaria belleza donde actualmente se ubica el hotel de cuatro estrellas Monasterio San Miguel. Del comercio de ultramar, -sector en que la ciudad, tal y como su nombre indica, se configuró durante toda la Edad Moderna como un importante puerto exportador e intermediario entre Europa y la joven América-, se conserva la Casa Cargadores a Indias. Este edificio posee una arquitectura heredera de la casa patio sevillana y andaluza, es un elemento urbanístico común a las distintas localidades vecinas que participan en el comercio ultramarino, como Cádiz, o Sanlúcar de Barrameda. La Casa de los Leones, actualmente convertida en apartamentos turísticos, es otro de los referentes de obligada visita de la arquitectura portuense.
Entre las construcciones de origen religioso, no es posible dejar de mencionar la Iglesia Mayor Parroquial, en pleno centro urbano, así como el Monasterio de la Victoria, un edificio levantado a las afueras de la ciudad. cuyo origen data del siglo XVI, y cuyo uso ha sido a lo largo de la historia de lo más variado: desde convento hasta hospicio, hospital de heridos de guerra, y centro penitenciario desde los primeros años del siglo XX. Actualmente, el Monasterio está declarado Bien de Interés Cultural habiéndose recuperado como elemento del paisaje urbano local.
Si hubiera que mencionar dos referentes monumentales de El Puerto, no cabe duda que la mayor parte de los portuenses citarían dos construcciones dignas de una especial atención: el Castillo de San Marcos y la plaza de toros. El primero de ellos es uno de los edificios más representativos de la ciudad con sus torres y almenas dibujando una peculiar silueta en el perfil del El Puerto que ha ido variando desde el siglo X hasta nuestros días. Con respecto a la Plaza de Toros, qué decir, si la inscripción del colorista azulejo en la puerta principal del coso, herencia de Joselito lo dice todo: «Quien no ha visto toros en El Puerto, no sabe lo que es un día de toros».