Los secretarios de Estado y de Defensa norteamericanos, Condoleezza Rice y Donald Rumsfeld, concluyeron ayer la visita relámpago a Irak para apoyar la marcha del proceso político. Los dos dirigentes declararon su apoyo total al nuevo Gobierno y elogiaron a sus líderes.
Rice aseguró que todos los dirigentes con los que se entrevistó en Bagdad, incluidos los ex primeros ministros Ibrahim al Yafari y Iyad Alawi, «saben lo que quieren y son serios». También subrayó la importancia de acelerar la formación de un Ejecutivo de unidad nacional que tome las medidas necesarias para restablecer la seguridad y mejorar la economía.
«Todos los líderes iraquíes son conscientes de los desafíos que tienen que afrontar, y de que el pueblo de Irak espera que el futuro Gabinete sea capaz de hacer frente a dichos desafíos», dijo la secretario de Estado, que se también se reunió con el presidente iraquí, el kurdo Yalal Talabani, y con el nuevo primer ministro designado, Yawad al Maliki.
Reacciones
Rumsfeld, por su parte, destacó la necesidad de que el Ejecutivo sea capaz de asumir la responsabilidad de la seguridad.
Entretanto, Al Maliki indicó que Rice y Rumsfeld visitaron Irak «para cerciorarse de que el proceso político se desarrolla de manera normal, y para evaluar la situación de seguridad».
El jefe del Gobierno se reunió en el día de ayer con el máximo líder religioso de los chiíes, el ayatolá Mohamed al Sistani, en la ciudad santa de Nayaf. «Los dos secretarios norteamericanos han manifestado su esperanza en que la nueva situación política cuente con el respaldo, la fuerza y la capacidad para crear instituciones que puedan hacerse cargo de la seguridad, como paso previo para terminar con la presencia de tropas extranjeras en la zona», agregó.
Al Maliki se comprometió a acabar con las milicias y dijo que «las armas las deben portar sólo las fuerzas gubernamentales».