El OIEA ha confirmado en su último informe sobre Irán que la República Islámica no sólo ignora las exigencias de la comunidad internacional, sino que ha acelerado el enriquecimiento de uranio. El documento señala además que Irán no ofrece la cooperación requerida por la Junta de Gobernadores del organismo nuclear y el Consejo de Seguridad de la ONU.
Al conocer la noticia, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha asegurado que su país revisará su cooperación con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) si esta institución no respeta los derechos del pueblo de Irán. "Si intentan usar trucos con nosotros y sacar ventajas de la regulación (del OIEA) que debe garantizar nuestros derechos, deben saber ahora que la nación iraní alterará sus métodos de cooperación con esta agencia", dijo Ahmadineyad, citado por la agencia oficial IRNA. El Gobierno iraní mantiene su postura desafiante y sigue reclamando su derecho a producir energía nuclear para fines pacíficos. En varias ocasiones, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha amenazado con cortar toda relación con el OIEA y llevar a cabo su programa nuclear en secreto si es objeto de sanciones por parte del Consejo de Seguridad.
El presidente de EEUU, George W. Bush, ha asegurado por su parte que las opciones diplomáticas para intentar resolver el problema nuclear iraní empiezan ahora. "El mundo está unido y preocupado" por las ambiciones nucleares iraníes, aseguró el presidente en declaraciones a la prensa, al ser preguntado por el informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que confirma que Teherán no está cumpliendo las exigencias de la comunidad internacional en este ámbito. Ese informe "debe recordarnos" que el comportamiento de Irán es "inaceptable" y que hay que seguir trabajando con una voz única para convencer a las autoridades de ese país de que abandonen sus ambiciones nucleares. Para lograrlo, "consultaré, seguiré consultando con nuestros aliados" las medidas a adoptar, ha subrayado.
La secretaria de Estado de EEUU, Condolezza Rice, ha afirmado a su vez que el principal foco de acción es el Consejo de Seguridad, "donde aún queda mucho por hacer", y no ha descartado ninguna opción para disuadir al régimen iraní de mantener sus proyectos nucleares. El embajador estadounidense ante la ONU, John Bolton, anticipó que el Reino Unido y Francia están preparando un borrador de resolución preceptiva para presionar a Irán a suspender sus actividades nucleares. "Creemos que el próximo paso es una resolución bajo el Capítulo VII", declaró el diplomático, quien agregó que se procedería "paso por paso", y por el momento no se contemplaría la imposición de sanciones. Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha defendido que Irán tiene derecho a desarrollar sus tecnologías e industria nucleares civiles. "Nuestra posición es clara y bien conocida. Nos oponemos a la proliferación de armas de destrucción masiva y esto se aplica a Irán , pero creemos que Irán debe tener una oportunidad de desarrollar tecnologías avanzadas y la industria de energía nuclear para propósitos civiles", ha señalado Putin después de conversar con la canciller alemana, Angela Merkel.
La comunidad internacional estaba pendiente del informe de la agencia tras concluir el plazo dado por la ONU a Irán para que cese sus actividades nucleares. Presentado por el director general del OIEA, Mohamed El Baradei, a la junta de gobernadores del organismo formado por 35 países, el informe contiene una evaluación del cumplimiento por parte de Irán de las exigencias que le ha planteado la comunidad internacional. Pese a que se ha dado a conocer en Viena, sede de la OIEA, el Consejo de Seguridad también recibirá una copia, como establece la declaración presidencial adoptada por este órgano ejecutivo de la ONU a finales de marzo. En aquel documento, el Consejo de Seguridad concedía el plazo de 30 días a Irán para que cumpliera con sus obligaciones y expresaba su intención de actuar con más dureza si continúa su negativa a cumplir con las resoluciones de la OIEA. Sin embargo, no se espera ninguna decisión por parte del Consejo de Seguridad hasta la celebración el 2 de mayo en París de una reunión de los cinco miembros permanentes -EEUU, Reino Unido, Francia, China y Rusia- más Alemania, en calidad de integrante de la "troika europea" (UE-3) que negocia una solución con Irán.
El Capítulo VII permite al Consejo de Seguridad adoptar cuántas medidas sean necesarias, incluidas sanciones económicas y diplomáticas, así como la fuerza militar, para hacer cumplir una resolución.