-¿Cómo te dio por esto de jugar al fútbol?
-La verdad es que la afición me entró desde muy pequeño. Mi padre siempre comenta que con cinco años ya iba a quitarle el balón con saña.
-Los que te han visto jugar dicen que eres un gran defensa, no en vano te apodan muro...
-Muro me lo pusieron en el colegio. En el equipo, me llaman jibia, porque dicen que cada balón que va al área parece que tiene que ser mio. Últimamente también me llaman Carles, por Puyol ,y a decir verdad, ahora que me estoy dejando el pelo largo, mi ficha de la plantilla es clavadita a la suya.
-Sólo dos tarjetas amarillas esta temporada, ¿no es un poco raro para un defensa?
-Ante todo, yo soy educado. Como le ocurre a todo el mundo, uno se puede calentar en alguna ocasión, pero no soy nada leñero. Busco siempre colocarme bien , si lo consigues no es necesario tocar al adversario.
-¿Están infravalorados los defensas en comparación con los delanteros?
-Creo que sí. Un delantero puede hacer la jugada del siglo y marcar gol, pero los defensas estamos, continuamente, enfrentándonos a esas jugadas y no se nos reconoce.
-¿No te tentó nunca lo de jugar de delantero?
-En la escuela siempre era el único que quería jugar en la defensa. El hecho de meter un gol nunca me importó demasiado.
-¿Qué cualidades son necesarias para ser un buen defensa?
Ante todo no hay que tener miedo a la pelota. En ocasiones puedes hacerte daño pero, cuando ocurre hay que seguir, sin más. También es muy importante el sentido de la colocación, si sabes leer la jugada siempre llegas antes a la pelota.
-Eres el más joven de tu equipo ¿tendrás que enfrentarte a chicos mucho más grandes que tú?
-Estoy acostumbrado porque desde pequeño siempre he marcado al más alto. El problema es que algunos no soportan que uno más bajo les quite la bola y, bueno, a la siguiente, te cascan.
-¿Te planteas un futuro como profesional?
-Siempre lo piensas alguna vez pero mi prioridad son los estudios. Curso 2º de bachillerato y después quiero estudiar una carrera de ciencias, probablemente ingeniería.