El Sevilla se juega el pase a la primera final europea de su historia frente al Schalke 04, y para cumplir el ansiado objetivo sólo le vale la victoria tras el 0-0 de la ida de semifinales de la UEFA en campo alemán. Un solo gol separa al club andaluz de la final continental, y el Sevilla se aferra al Sánchez Pizjuán para dar un paso más en su progresión y tener la oportunidad de conquistar el que sería el cuarto título en su palmarés, el primero en Europa, donde hasta esta temporada nunca había llegado tan lejos.

Del encuentro continental de este noche también dependerá la posibilidad de que se retrase o no el final de la Liga española al 20 de mayo como consecuencia del aplazamiento del Sevilla-Barça del pasado domingo. El Sevilla aspira a recibir a los azulgrana el 3 de mayo, lo que garantizaría su presencia el 10 de mayo en Eindhoven para disputar la final de la UEFA, quizás ante el Steaua de Bucarest, a priori más accesible que el temido Schalke 04.

La afición del Pizjuán (habrá lleno, con 46.000 espectadores) debe convertirse en el jugador número 12 del Sevilla para revivir la festiva noche de hace un mes, cuando el equipo de Juande Ramos dejó sentenciada su histórica clasificación para las semifinales con un contundente triunfo ante el Zenit ruso (4-1) en la ida de cuartos. Entonces, el Sevilla demostró ambición y calidad y aprovechó un penalti y una expulsión del rival para acabar goleando. Serán esas mismas, junto a la definición, las armas que necesitará el Sevilla para eliminar al Schalke.