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Jueves, 27 de abril de 2006
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SOCIEDAD
en málaga
Dos años de cárcel y tres de inhabilitación para un médico que abusó de una paciente
Sin embargo, ha ido absuelto de los delitos de agresión sexual y vejaciones de los que le acusaban otras dos mujeres
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La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a dos años de cárcel y tres de inhabilitación a un médico que abusó de una paciente y que ya había sido penado por el mismo delito en 1997, según la sentencia.
Además, Miguel Angel J.V., de 47 años, ha sido absuelto por el Juzgado de Instrucción número 1 de los delitos de agresión sexual y vejaciones de los que le acusaban otras dos mujeres porque, según el juez, "pese a tener serias y fundadas sospechas" de su culpabilidad, no se pudo llegar a la "firme convicción" durante el proceso.
El caso por el que ha sido condenado se remonta al 29 de mayo de 2004, cuando el médico, que realizaba una sustitución en el centro de salud San Andrés-Torcal, recibió a una joven de 16 años que presentaba un problema de afonía. Según el fallo judicial, el condenado se colocó detrás "para tocarle desde la espalda hasta la cadera" y le recomendó que fuese a su casa a darse una ducha y regresara con un aceite para darle un masaje.
La joven volvió a la consulta y, a instancias del facultativo, se quedó en ropa interior y se tumbó en una camilla, donde fue masajeada por la espalda "con evidente ánimo libidinoso". Posteriormente, metió las manos por las bragas de la joven, las apartó "para no mancharlas", y se las bajó hasta las rodillas "introduciéndole acto seguido los dedos en la vagina", tras lo cual le enseñó unos ejercicios para evitar el dolor de espalda "rozándole el vello púbico" y le dio "dos palmaditas en el culo".
Estos hechos constituyen un delito de abusos sexuales por prevalimiento, según el juez, que destaca cómo se valió de su condición de médico para forzar a la joven y practicar "tocamientos libidinosos claramente atentatorios contra su libertad sexual". Respecto a la edad de la menor, el fallo recoge que "no tuvo influencia" para considerarla como una víctima "especialmente vulnerable" ya que, según su propio testimonio, ya había tenido relaciones sexuales anteriores y las ha seguido teniendo, no apreciando una especial "vulnerabilidad" tras lo ocurrido.
Por último, el magistrado entiende que el procesado "rompió el principio de confianza" en que se basa la relación entre médico y paciente, destaca el "tajante" testimonio de la víctima y recuerda que existe una condena anterior por abusos sexuales que "sirve como indicio sobre su conducta y la credibilidad de su testimonio".



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