El juicio del Caso Sanlúcar, en el que el jurado dirime si el que fuese alcalde de la localidad, Agustín Cuevas, compró el voto del concejal popular, Manuel Ramírez, conocido como El Cunete, en octubre de 1999, cobró ayer su versión más trágica ante el testimonio de los altos cargos políticos. «Cuando Juan Rodríguez Romero (candidato a la Alcaldía por aquel entonces) me contó que Cuevas estaba intentando comprar el voto, la voluntad, de Manuel Ramírez con el fin de evitar la moción de censura en su contra, no le creí y me lo tomé a risa. No me podía imaginar que en democracia este tipo de cosas ocurrían y me fui a la boda que tenía en Sevilla con la convicción de que aquello era una broma», explicó al jurado el presidente provincial del PP, Antonio Sanz.
Una sátira surrealista que a la mañana siguiente, al más puro estilo de las películas del genio del suspense, Alfred Hitchcock, se convirtió en «pánico». Cunete en su primer encuentro con el alcalde socialista de Sanlúcar había recibido trece millones de pesetas y urgía reunirse. «Nos vimos comiendo en el hotel Puertatierra con una bolsa de plástico, llena de dinero, encima de la mesa que nos quemaba las manos, a la espera de que nos recibiese el juez a las cinco de la tarde. Me daba pánico ver esa bolsa».
La denuncia en el juzgado de Guardia de Cádiz, lejos de calmar los ánimos, «fue una vorágine». Sanz reconoció que la segunda entrega en el camping de Chipiona, que incluía un contrato de trabajo en el Ayuntamiento de esta localidad y dos billetes de avión a Lisboa, para completar el cohecho pensó que «nunca se iba a producir», pero que cuando Cunete le dijo que «había que seguir y que llegaría hasta el final», temió por su integridad física. «Estaba obsesionado con recoger más pruebas y demostrar toda la historia. Además, el lugar del encuentro (el camping) es un sitio lúgubre, muy oscuro, apartado y con muchos pinos», describió la diputada autonómica, María José García-Pelayo.
Se trataba de una situación que, según Pelayo, «nos sobrepasó en todo momento y tuvimos miedo». Por su parte, el ex secretario provincial del PSOE, Francisco Vázquez Cañas, aseguró que su partido ha sido «el más perjudicado» con este juicio, en el que están implicados los ex alcaldes socialistas de Sanlúcar y Chipiona, pues entre otras cosas «nos costó perder unas elecciones».
Vázquez Cañas comentó que su decisión y la de su partido de expulsar al Secretario de Organización del PSOE sanluqueño, Rafael García Raposo, y al alcalde de la localidad, Agustín Cuevas, fue tomada «ante la gravedad de los hechos, y creo que acertada».