-¿Cómo se decidió a convertirse en entrenador?

-Porque siempre me han gustado los niños y el fútbol, así que esto era la combinación perfecta. Mis hijos también juegan y yo quería ayudar, por eso dí el salto de la grada al banquillo.

-¿Lleva el equipo usted sólo?

-Claro que no, sin la ayuda de Juan Belizón esto sería imposible, ya que él se hace cargo de los entrenamientos cuando yo no puedo ir y su ayuda es imprescindible.

-¿A qué categorías ha entrenado?

-Pues durante estos años he estado con prebenjamines, benjamines y alevines.

-¿No le llama la atención entrenar a categorías mayores?

-Este año me preguntaron que si quería entrenar a los juveniles, pero al final pudo quedarse su actual entrenador y eso es lo mejor.

-¿Le resulta complicado tratar con chavales tan pequeños?

-No, es algo que me gusta. Hay que tener mucha paciencia porque, más que entrenadores, nosotros somos como segundos padres para muchos de ellos, ya que ayudamos a su educación.

-¿Hay algún entrenador que le guste especialmente?

-No me suelo fijar en los profesionales. Los mejores son mis compañeros y los de otros clubes con los que nos enfrentamos. Juan, Silverio, Mariano y muchos otros nos dedicamos a esto de forma desinteresada y vamos aprendiendo unos de otros cada día.

-¿Qué es lo más importante que deben aprender sus chicos?

-La educación, en eso nos basamos, que es lo más importante a estas edades. En el plano deportivo me centro en la ténica, como el manejo de balón, controlar y pasar y también la situación en el campo.

-¿Y qué espera que recuerden de usted en el futuro?

-Me conformaría con que me saluden cuando me vean y piensen que lo pasaron bien cuando formaron parte del equipo, que tengan buenos recuerdos de esta etapa.

-¿Qué tal es la relación con los padres de sus futbolistas?

-Perfecta, sin ellos tampoco podría realizarse nada de esto.

-¿Qué tal ha ido la temporada?

-Mejor de lo esperado. Hemos conseguido crear un grupo humano muy bueno y todos se llevan muy bien y están a gusto. Eso es lo más importante, que sean un grupo de amigos, pero, además, hemos terminado entre los siete primeros.