Muchos jóvenes quieren ser toreros y no saben a dónde tienen que ir ni a quién deben dirigirse. Lo primero, claro está, es comprar un capote y una muleta, y surge una pregunta: ¿dónde voy? Pues ahí empieza la labor de un negocio ubicado en la calle Honsario, 7 de Jerez, en una casa antigua del Barrio de la Albarizuela (barrio, por cierto, de los toreros de Jerez). Nada más entrar, te encuentras un patio lleno de flores, antiguo patio de vecinos, que alberga el llamado Cuarto de los Toreros, por el que han pasado desde hace más de cuarenta años algunas de las grandes figuras y muchos que han querido ser y no pudieron llegar. Ahí está él, tan atento como siempre, Pepe Rosado, más conocido en el mundo de los toros como el Hijo de Manolín.
-¿Cómo empieza este negocio?
-Pues empieza por mí. Al no servir para torero, y seguir ligado al mundo del toro, se lo propuse a mi padre y aceptó.
-¿Cuántos han pasado por aquí?
-Por aquí han pasado más de 500 chavales, unos con más suerte y otros con menos.
-¿Cuáles han sido los más destacados?
-Pues por aquí han pasado en sus comienzos gente como Paco Ojeda, Jesulín de Ubrique, Juan José Padilla, Jesuli de Torrecera... Y una de las cosas más curiosas es que la joven Sandra Moscoso vivía en esta misma calle en el número once, así que la hemos visto desde pequeñita.
-Según la famosa frase de su padre...
- «Roto, manchao de sangre, pero nunca cagado»...
-Según esa famosa frase, ¿cómo son los toreros de hoy?
-Hoy están más preparados que nunca por las escuelas, que cuidan mucho a los jóvenes.
-¿Alguna anécdota en especial?
-Sí, me han pedido capotes para torear novillos, y un capote cuadrado.
-¿Te alquilan muchos trajes?
-La afición de los niños hace que estos quieran todo los trajes nuevos. No les gustan las cosas usadas.
-¿Qué trajes tienes?
-He tenido trajes de Antonio Ordóñez, y de Enrique Ponce, entre otros.
-¿Qué ofrece el Cuarto de los Toreros?
-De todo, menos cuernos.