Luis Aragonés ya puede respirar más tranquilo porque Xavi, indiscutible en su diseño de la selección española para el Mundial, sigue adelantando los plazos de su recuperación y podría regresar a la competición un mes antes de lo previsto. Ayer, el centrocampista de Tarrasa disputó el habitual partidillo de entrenamiento junto al resto de sus compañeros, una pachanga de la que no disfrutaba desde que hace cuatro meses y medio se rompió la rodilla derecha al hacer un mal gesto en una jugada con Edmilson. En aquel triste momento, los servicios médicos del Barcelona le diagnosticaron una rotura del ligamento cruzado anterior y le pronosticaron medio año de larga y tortuosa recuperación. Desde entonces, Xavi no había vuelto a completar un entrenamiento del equipo azulgrana, aunque en las últimas semanas ya pudo alternar el trabajo individual con los ejercicios del grupo.Al fin, Xavi ya pudo alinearse en uno de los equipos dispuestos por Frank Rijkaard para preparar el choque del próximo domingo en el Sánchez Pizjuán, donde los azulgrana podrían coronarse campeones de Liga si son capaces de vencer y, a su vez, el Valencia no gana en San Mamés.
Con el Milan a la vuelta de la esquina, se puede pensar que los azulgrana no pisarán el acelerador en Sevilla y que incluso, puestos a elegir, prefieren entonar en alirón en casa, ante el Cádiz. Tanto es así que Rijkaard se plantea reservar a hombres como Ronaldinho, Márquez, Edmilson, Belletti, Deco y Gio. Ocurre que los de Juande Ramos, en zona europea y a seis puntos de la Champions, también pueden distraerse pensando en que el jueves les espera el Schalke 04.
Esperanzado
«Si todo va como hasta ahora y no existen contratiempos, seguramente estaré en Alemania, jugaré con el Barcelona los dos o tres últimos partidos de Liga y, si nos clasificamos, ayudaré a mi equipo en la final de la Champions en París».
Así de optimista se mostró el centrocmapista Xavi durante la presentación, en el salón Planet Fútbol, del balón con el que se jugará la final del Mundial. Lo hizo horas después de disputar su primer partidillo de entrenamiento desde que el 2 de diciembre de 2005 cayera lesionado. «Esperemos que España pueda llegar tan lejos como para poder utilizarlo, aunque será difícil», bromeó el azulgrana.
Xavi reconoció que la rodilla le ha respondido bien y confía en que incluso pueda reaparecer el próximo fin de semana, en el choque contra el Cádiz donde puede festejar el alirón blaugrana. «Para este domingo (mañana) en Sevilla es pronto, pero para el que viene y, tras hablar con el entrenador, podría entrar algún ratito», sentenció.