El Sevilla FC ha logrado un meritorio empate sin goles en el estadio del Schalke 04 que deja la semifinal de la Copa de la UEFA en el aire hasta la vuelta en el Sánchez Pizjuán. El equipo alemán ha controlado el partido pero no ha podido perforar la portería de un acertado Palop. En la otra semifinal el Steaua de Bucarest se ha impuesto por 1-0 al Middlesbrough inglés.
El conjunto de Juande Ramos ha salido vivo de su visita al complicado estadio alemán del Veltins Arena y eso que el Schalke 04 les ha puesto las cosas muy compliacadas. El encuentro comenzó con respeto por parte de ambos equipos. Intercambio de golpes. Se encontraban los sevillistas cómodos en el campo excepto cuando el corpulento Asamoah cogía el balón y corría la banda. Pero entonces aparecía Andrés Palop para frenar cualquier acercamiento de gol, el portero estuvo inconmensurable durante todo el encuentro.
Como Jesús Navas, fue todo un cohete por la banda derecha y suya fue la primera gran oportunidad visitante a los 24 pero su disparo salió desviado. A la media hora el Sevilla tuvo un contratiempo ya que el delantero Kanouté se lesionó y tuvo que salir Renato. Y así se llegó hasta el final de la primera parte.
En la reanudación, los alemanes tuvieron que adelantar sus líneas para sacarse una ventaja para la vuelta. Lincoln comenzó a carburar y el Schalke 04 se acercaba con más peligro hacia las inmediaciones de Palop. Ambos entrenadores movieron ficha, Juande quitó a un voluntarioso pero desafortunado Saviola para sacar a Maresca mientras que el alemán ponía en el terreno de juego al delantero Kuranyi, todavía un peligro en el area. Y nada más producirse el cambio, otra cabalgada de Navas por la banda llevó el silencio a las gradas porque su lanzamiento se fue rozando el travesaño. Pero a partir de ahí el Schalke disfrutó de sus mejores ocasiones.
Primero Lincoln se fue de David, se internó en el area pero su tiro raso lo atrapó Palop y de nuevo el brasileño tuvo otra oportunidad clarísima de abrir el marcador pero con todo a favor tiró demasiado cruzado. La incidencia de Navas llevó los nervios al central Krstanij, que le soltó un codazo y vio la roja directa. Con uno más, el Sevilla lo intentó a la contra pero ninguna de sus ocasiones terminó dentro de la portería. Al final, la tensión llegó a los dos equipos y el final del partido tuvo convertirse en una batalla. La sangre no llegó al rio y los sevillistas tienen 90 minutos por delante en el Sánchez Pizjuán para clasificarse para la final de Eindhoven.