Las autoridades de Pekín, cubierta desde el lunes por arena del desierto de Gobi debido a las últimas tormentas, recurrirán a la lluvia artificial para limpiar la ciudad de la capa amarillenta, según informó ayer la televisión oficial CCTV.
El canal estatal aseguró que la Oficina Central de Meteorología se prepara para bombardear las nubes sobre Pekín con yoduro de plata y otras sustancias para que reaccionen con el vapor, hagan llover y despejen la ciudad de su manto amarillo.
La tormenta de arena, la peor de este año en la capital china, plantea un grave problema a las autoridades pequinesas ya que, además de aumentar gravemente la contaminación atmosférica y dificultar la respiración (numerosas personas utilizan máscaras), ven cómo sus promesas de una ciudad verde de cara a los Juegos Olímpicos del 2008 quedan en entredicho por la polución y la desertización.
Preocupación
El Ayuntamiento pequinés ha prometido que bombardeará las nubes en los días previos al comienzo de los Juegos para garantizar que no llueva durante la ceremonia de apertura de la cita deportiva, el 8 de agosto del 2008.
El bombardeo de nubes para causar la lluvia artificial, con cañones o desde aviones, se utiliza ampliamente en China tanto en tiempos de sequía como para intentar ayudar en la extinción de incendios, aunque no siempre se logran los resultados esperados.
En el verano del 2005 se atribuyó a este sistema las fuertes granizadas que cayeron sobre Pekín y que generaron cuantiosos daños materiales en toda la ciudad oriental.
El centro de las tormentas de arena de esta semana se encuentra en la frontera chino-mongola, pero afecta a un radio de cientos de kilómetros a la redonda e incluso se han reportado aumentos de la concentración de arena en el aire en el norte y oeste de Japón.
Las autoridades pequinesas han recomendado que se evite salir a la calle, sobre todo a personas que tengan problemas respiratorios, así como a ancianos y niños, ya que la contaminación ha alcanzado el nivel 5, el máximo permitido, y las consultas médicas han aumentado un 20 por ciento en los últimos días.