La ex concejala Toñi Asencio ha publicado un articulo curioso, o, mejor dicho, ingenioso en LA VOZ y lo titula Efecto Cofrade. 'El Tendedero' de la Toñi promete y eso que en principio creí que nos iba a ilustrar de la sexología de los ángeles solamente, pero me ha asombrado gratamente la ex. Es un canto o recomendación a las asociaciones de vecinos de barrios que sufren tanta insensibilidad u olvidos de actuaciones que tanto prometen los del sillón municipal y que acaban en esa pegajosa expresión que tanto usamos cuando nos cruzamos a algunos de ellos : «¿Y de lo nuestro qué?».
Dice acertadamente Toñi que las asociaciones no tendríamos que reunirnos con la alcaldesa ni concejal alguno, sino con la Unión de Hermandades y pedirle a ella que las cofradías pasen por sus barriadas cuyas calles están desde años en tan lamentable estado, superdeterioradas algunas, bastantes (que de caminos de cabras hay pa dar y regalá). De esta forma, dice, no sólo se beneficiaría el centro de Jerez como hasta ahora sino todos los barrios por los que pasaran las cofradías. Aclara que ante una insinuación de la Unión de Hermandad al político salen rápidamente las cuadrillas de operarios municipales a corregir, levantar, alquitranar, o lo que haga falta hacer. Todo como dice Toñi, para agradar al pueblo en Semana Santa (por cierto, que ha habido más gente en la calle esta Semana Santa que en el casting de Ben Hur).
¿Qué error no haberlo sabido antes! Yo que llevo esperando entrevistarme con un par de concejales desde el 9 de enero del pasado año, justo el día en que tomaron posesión, y ná. Creo ahora que más de uno nos hemos equivocado al dirigir la petición de entrevista al político con cartera olvidada, y no haberlo hecho al hermano mayor de la cofradía más cercana a mi zona o barrio. El mecanismo este funcionará seguro mejor .Que ellos nos tomen nota y medien, o mejor, lo sugieran como cosa suya ante los del sillón municipal. Seguro que prospera la cosa.
La gran verdad de Toñi es su última frase, con la que remata: «Que no manda quien cree hacerlo, sino quien influye en sus decisiones. Es lo que yo llamo efecto cofrade». Como lo jave tú ziquilla que ha comío de cerca de esos manjares influyentes. Si esto surte efecto me pongo de costalero voluntario ya mismo.
Jesús Palomo Rodríguez. Jerez