La contundente campaña que la Dirección General de Tráfico (DGT) desplegó en los medios de comunicación con motivo de la festividad de Semana Santa, donde se concentran los mayores desplazamientos de largo recorrido del año, no cuajó en los conductores. Las 108 personas que perdieron la vida en la carretera desde el pasado viernes 7 de abril hasta este lunes, cuando concluyó la operación especial de Tráfico, superaron las del pasado año (105) y las de 2004 (103), un incremento consecutivo que no se producía desde 1989. Casi la mitad (un 48%) de los muertos no llevaba puesto el cinturón de seguridad y tenía menos de 35 años, según la DGT, que cifra en 900 los fallecidos en las carreteras desde enero.
El número de accidentes mortales y de heridos graves durante Semana Santa también se incrementó levemente con respecto a 2005. En los 90 siniestros computados se produjeron 60 heridos graves, algunos de ellos en estado crítico, y 66 leves, con magulladuras y traumatismos. Mientras que en el curso pasado hubo 88 accidentes mortales que dejaron 50 heridos graves y 76 leves.
Andalucía y Galicia, con 17 y 16 fallecidos respectivamente, encabezaron la lista negra de fallecidos por comunidades. A la cola se situaron La Rioja, con tres muertos, Murcia con dos -en 2005 se mataron 12 personas en esta comunidad- y Navarra, con ninguna víctima mortal en estos once días de operativo especial.
El día más trágico fue el pasado domingo, coincidiendo con la operación regreso en casi todos las autonomías a excepción de las que celebraron el Lunes de Pascua, cuando 19 personas perdieron la vida y 18 quedaron heridas graves en 16 accidentes mortales. En contra, este lunes fue el día con menos muertos, cinco, a pesar del regreso a casa para aquellos que seguían de fiesta. El pasado año la jornada con mayor siniestralidad se produjo precisamente el Lunes de Pascua, con 19 fallecidos y 14 heridos graves.
Causas directas
Los primeros datos muestran que la mitad de los 90 accidentes mortales computados se debieron a salidas de carretera. Unos siniestros que, según la DGT, suelen ir ligados a la velocidad inadecuada, distracción, consumo del alcohol o somnolencia: la mayoría en carreteras secundarias. El subdirector de la DGT, Federico Fernández, lamentó «haber acertado» en las previsiones de siniestralidad -Más de cien personas morirán en la carretera durante Semana Santa, rezaba el lema de la campaña de Tráfico -, aunque señaló que estos números «no deben causar desánimo porque son así todos los días», en referencia a las diez personas que mueren de media en las carreteras españolas cada jornada. Una interpretación que no compartió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que en unas declaraciones a la Cadena Ser afirmó que «las cifras son inaceptables y evidentemente tienen que reducirse drásticamente». Con respecto al «excesivo dramatismo» de la campaña de la DGT en los medios que fue criticada por algunas asociaciones de automovilistas, Federico Fernández señaló que el objetivo de la misma era «llamar la atención sobre el problema».