El Villarreal ha salido vivo de su visita a Highbury Park, en la despedida de Europa del mítico estadio londinense, tras caer por la mínima ante el Arsenal (1-0), en el encuentro de ida de las semifinales de la Champions. El conjunto castellonense nunca encontró su estilo de juego y fue dominado de principio a fin por el cuadro inglés, que pudo haber conseguido una renta mayor.
El Arsenal salió en tromba, su dominio fue total en los primeros instantes y el peligro acechaba sin tregua la portería defendida por Mario Barbosa. Cesc Fabregas distribuía, Henry ponía balones y Gilberto y Senderos pudieron abrir el marcador con sendos remates que se fueron alto por poco, antes de que Henry lograra batir a Barbosa en una buena jugada de equipo, pero que fue invalidada por fuera de juego.
En el minuto 23 llegó el primer disparo del Villarreal entre los tres palos, en una falta directa botada por Riquelme y que solventó bien el meta alemán Jens Lehmann. El conjunto de Pellegrini entraba tímidamente en los dominios del Arsenal pero no se encontraba cómodo en el ataque. Superada la media hora, de nuevo el Arsenal dispuso de una buena ocasión en la botas de Pires, que cayó dentro del área antes de rematar aunque el árbitro decretó córner.
Touré remató un gran movimiento de Henry
En la siguiente jugada, Forlán llegó hasta la línea de fondo pero su centro no encontró rematador y en la réplica fue Henry el que no encontró quien empujara el balón a las mallas de Barbosa. Pero sin duda, el Arsenal era el dueño del partido y a cinco minutos para el descanso pudo reflejar su dominio en el marcador cuando el jugador de Costa de Marfil Kolo Touré acertó a batir a Barbosa, tras una jugada de Henry por la izquierda.
Penalti no pitado a Jose Mari
Con la algarabía del tanto en las gradas, llegó una ocasión del Villarreal, de nuevo a balón parado. Riquelme hizo lucirse a Lehmann con un potente disparo de falta y, tras el rechace, en el último suspiro de este periodo, el balón llegó a Jose Mari, que cayó en el área en lo que pareció un claro penalti pero el árbitro austríaco no lo decretó y ya apenas dio tiempo a nada más.
El equipo de Arsene Wenger no cedió en su dominio en la reanudación, imprimía al partido el alto ritmo que le convenía y en los diez primeros minutos del segundo tiempo, Ljungberg pudo marcar el segundo pero su disparo fue sacado bajo los palos y acto seguido, Henry, sólo ante Barbosa, no estuvo acertado. El Villarreal seguía perdido, Riquelme no aparecía o no podía aparecer y su equipo lo acusaba. Las imprecisiones y pérdidas de balón del equipo de Manuel Pellegrini propiciaban llegadas del Arsenal, que puso de relieve su solidez defensiva a cada intento de acercamiento del conjunto español.
El Villarreal lo intentó sin éxito hasta el final
Era el guión que quería el técnico francés del Arsenal, un partido rápido, y aunque Pellegrini cambió su sistema y dispuso de Guille Franco, Forlán y Riquelme arriba, no cambió el dibujo del encuentro. El Villarreal, aunque se volcó en los últimos instantes, se veía impotente para atravesar la línea defensiva inglesa y sólo a balón parado generaba alguna sensación de peligro, mientras el Arsenal llegaba con más facilidad y más peligro pero ya logró mover el marcador aunque dispuso de una clara ocasión en el tiempo añadido.