El suicida palestino fue identificado por su familia como un joven de 21 años de Cisjordania que tuvo que abandonar la universidad ya que no podía costeársela. El kamikaze, Sami Hammad, procedía de la localidad de Arakeh, cerca de Yenín, y había dejado su casa hace unos días. Su madre, Samiya, dijo que supo la noticia del atentado y de la participación de su hijo por los medios de comunicación.
Hammad se graduó en el instituto y estudiaba trabajo social a distancia en la Universidad Al- Quds pero se vio obligado a abandonar sus estudios porque sus padres no podían permitírselo, según explicó su madre. Tras abandonar los estudios, el joven realizó numerosos trabajos, incluso en la zona donde se encuentra el restaurante atacado, según su familia.
Sami Hammad afirmó en su vídeo de despedida que perpetró el atentado como gesto para los miles de presos palestinos que se encuentran en las cárceles israelíes. Ayer se celebró el Día de los Presos en los territorios palestinos.
Tras conocer el atentado, la familia Hammad comenzó a sacar sus muebles y pertenencias fuera de la casa, por temor a que sea demolida por el Ejército hebreo.