-¿Cómo es ser camarera en Jerez?
-Hombre es un trabajo un tanto sacrificado, aunque yo no me puedo quejar. Sólo llevo trabajando un mes y la verdad es que mis jefes me tratan muy bien. No obstante, espero que esto sea algo temporal ya que en realidad me gustaría trabajar de administrativa porque es a fin de cuentas lo que he estudiado.
-¿Ha pensado buscar trabajo en la profesión para la que se ha preparado?
-Sí, y es algo que he hecho en muchas ocasiones aunque la verdad es que como están las cosas hoy en día es bastante complicado encontrar algo. Hay mucha gente que hemos estudiado lo mismo y el trabajo ofertado es más bien escaso por lo que hay que buscarse la vida por otro lado.
-¿Cómo intentaría solucionar el problema del paro en la ciudad?
-No lo sé, pero lo que si tendría claro es que no invertiría sólo en poner bonita la ciudad y en ampliar Chapín. Somos doscientos mil, pues eso se tiene que notar. La quinta ciudad de Andalucía no se puede permitir el lujo de tener tantos parados. El número de subvenciones deberían ser mayores y ls ayudas a los jóvenes empresarios reales y no ficticias como nos las venden y a lo que estamos acostumbrados.
-¿Cree que no hay suficientes ayudas para la gente joven?
-Creo no, lo veo a diario. Hace unos meses que tengo en mente montar una tienda y sólo por la cantidad de inconvenientes que hay, de momento, he desechado la idea.
-Volviendo un poco a la profesión que está ejerciendo en la actualidad, ¿que es lo que menos le gusta de ella?
-Sinceramente, tratar con según que gente. Para ser camarera hay que tener mucha paciencia y saber torear a algún que otro personaje que aparece por el bar. Pero es como todos los trabajos. Tiene cosas buenas y malas y tan sólo hay que aceptarlas y saber llevarlas lo mejor posible ya que siempre habrá cosas que nos disgusten más que otras.