-¿Qué le llevó a estudiar Ondontología?
-Pues que cuando era pequeña y me pusieron el aparato y eso me llamó mucho la atención. Veía algo increíble que te pudieran arreglar tus dientes. Y cuando me fui haciendo mayor y tuve que tomar la decisión de estudiar una carrera tenía claro que en lo único que me veía trabajando en un futuro era en una consulta (ojalá fuese mía) como odontóloga.
-¿Cómo está siendo la carrera hasta ahora?
-Pues la verdad es que es bastante compleja. Nos exigen muchísimo ya que no es como en el resto de las carreras. Para aprobar una asignatura debes obtener un 8 al menos en el examen y eso quieras o no te genera mucha presión. No obstante, supongo que cada carrera posee sus propias dificultades.
-¿Existe competitividad en su profesión ya desde la universidad?
-Yo no lo llamaría competitividad. Sencillamente cada uno quiere ser el mejor, algo que no es nada malo, aunque a veces genere tensiones un tanto molestas.
-¿Cómo ve el futuro laboral de su profesión?
-La verdad es que pensar en eso agobia un poco. Es bastante complicado ser odontólogo hoy día pero se sobrevive. Yo, por ejemplo, tengo pensado irme a Inglaterra el próximo año, ya que allí la demanda de especialistas en salud bucal es mayor que aquí. Además la experiencia que se puede llegar a adquirir es muy positiva.Y es que la Seguridad Social británica si respalda más intervenciones más complejas en este sentido que la española.
-¿Cree que habría que aumentar el número de dentistas dentro de la Seguridad Social española?
-Tal vez sí, aunque eso supondría quitar mucho trabajo a los dentistas privados algo que no creo que les guste demasiado. La odontología mueve mucho dinero y eso complica mucho esa posibilidad.