Aunque nació en Cádiz, «de manera circunstancial», se siente jerezana por los cuatro costados y fue en Jerez, en el legendario barrio de La Constancia, cerca del monumento a la venencia y el catavino, donde empezó a dar sus primeros pasos con el balón. «Que yo recuerde, desde que era muy pequeñita juego al fútbol, no sé precisar desde qué edad. En ese tiempo, la gente me veía jugar y me animaba, decían que se me daba bien, así que poco a poco, fuí jugando en equipitos de barriada sobre todo, hasta que entré en uno federado».
Y en un puesto tan poco agredecido como portera, «de algo hay que jugar», confiesa Sara. En la portería destacó siempre, incluso cuando jugaba contra los chicos. «Contra ellos me he enfrentado, pero en partidos mixtos y, sinceramente, aprendí mucho pues los chicos disparan muy fuerte».
El Nazaret la marcó
Para estar actualmente triunfando en Canarias, Sara Álvarez ha tenido que triunfar en otros equipos para hacerse un nombre dentro del mundillo del fútbol sala. El Nazaret fue su escaparate. «Pasé allí cuatro fabulosos años pero el equipo descendió, dejó de jugar en División de Honor». Entonces, surgió la oferta de cruzar el charco, la propuesta del Preconte Telde era más que seductora en aquel momento. «Y decidí marcharme a Canarias», comenta Sara, «me llamaron de allí y decidí probar un añito. Lo curioso es que ya llevo dos temporadas con el equipo y, sinceramente, estoy muy contenta». Tiene fundados motivos para ello porque el conjunto canario le ha dado la oportunidad de ganar títulos de todos los colores, tanto a nivel individual como a nivel colectivo. En este sentido, Canarias le ha dado a Sara Álvarez lo que no ha podido darle Jerez: gloria deportiva. «La verdad es que sí. En Canarias he sido campeona de España, este año, y el año pasado pude ser sub-campeona y además, fuí elegida mejor jugadora del torneo de Copa. Lo mejor que pude hacer en su momento fue venir a jugar a las Islas, eso lo tengo más que claro», explica la jerezana nacida en Cádiz.
Por eso, por toda la experiencia acumulada, aconseja a todas las jugadoras de fútbol sala de Jerez que «salgan fuera si quieren hacer algo dentro del fútbol sala. En esta tierra no hay tantas oportunidades, mientras que fuera, en Madrid, Canarias, Cataluña, etc, se puede triunfar y aprender». Reconoce también que es difícil salir de casa, «sobre todo al principio», pero que luego cuando te adaptas «es una experiencia inolvidable porque se conoce a mucha gente, te culturizas y te da mucha amplitud de vivencias».
En vacaciones es cuando suele venir a Jerez para ver a sus familiares y mientras tanto, se pone en forma entrenando con su antiguo equipo, el Nazaret en las pistas del polideportivo Ruiz Mateos. La temporada está casi acabando y Sara Álvarez ya piensa en su próximo proyecto: prepararse unas oposiciones para entrar la Policía Local.