Muy señor mío: acabo de enterarme de la propuesta que el mundo de la intelectualidad, la literatura y el arte va a hacer al excelentísimo Ayuntamiento de Jerez para que sea otorgado a Don Juan de la Plata Franco Martínez, la honorable y merecidísima distinción de ser hijo predilecto de Jerez.
Como quiera que he sido asiduo lector de sus artículos y libros y como jerezanos, constante seguidor de sus inquietudes y proyectos, conozco su trayectoria humanística por la que le reconozco sobrados méritos para dicho nombramiento.
Don Juan de la Plata es a su vez fundador de la Cátedra de Flamencología de Jerez, entidad que por su aspiración de no ser manipulada, no ha tenido apenas ayudas a lo largo de su trayectoria, pasando por ello apuros e inclusos a veces, siendo relegada y abandonada al más oscuro ostracismo. No obstante, la Cátedra de Flamencología ha continuado con sus actividades y proyectos aumentando con el tiempo el prestigio y la consideración que tienen en el mundo del flamenco, en donde son muy apreciados y valorados los premios que otorga.
La Cátedra de Flamencología, a través de su director ha sido pionera en no pocos proyectos e ideas en torno a Jerez y al flamenco; alguno de ellos hoy disfrutados o explotados por otras ciudades y provincias debido a la falta de sensibilidad y cultura de nuestros ¿garantes? y políticos.
En esta última década (en contra de lo que por su edad puede pensarse) don Juan de la Plata ha llevado a cabo la parte más fecunda de su vida literaria, con brillantes obras como investigador, historiador y ensayista.
Por todo ello, quiero sumarme a esta feliz idea, la que creo debiera ser cumplida con la rotulación de una calle o plaza de Jerez. Y lo que es más importante, que este justo y merecido homenaje se le haga en vida.
Es gracia que espero que le sea concedida.
Rafael Lorente Herrera. Jerez