Las lesiones vuelven a ser la cruz del Barcelona. Esta vez, el perjudicado fue Lionel Messi, que se resintió de su lesión en los isquiotibiales de la pierna derecha y que le ha mantenido de baja durante el último mes de competición. A la espera de que los doctores del club exploren en profundidad al jugador, es seguro que el hispano-argentino no estará disponible para el encuentro contra el Villarreal del próximo Viernes Santo.
Pero la principal preocupación del técnico holandés es que la última perla azulgrana se pierda la ida de las semifinales de la Copa de Europa contra el Milan en San Siro. Con Edmilson recién salido de otra lesión muscular, Márquez en el último tramo de recuperación y Deco sancionado, Messi se perfilaba como uno de los fijos en la convocatoria culé para ir a Italia. El joven delantero se lesionó en el partido de vuelta de los octavos contra el Chelsea, celebrado el 7 de marzo. En un lance con el francés Gallas en el Camp Nou, notó un pinchazo que le ha mantenido en el dique seco algo más de un mes.
Iniesta, cauto
Por su parte, el centrocampista del Barcelona Andrés Iniesta advirtió ayer de la importancia del partido de Liga contra el Villarreal, pese a que cuatro días después el equipo azulgrana debe medirse al Milán en el encuentro de ida de las semifinales de la Liga de Campeones.
«El viernes nos seguimos jugando la Liga y no estamos pensando en el Milán» aseguró Iniesta , quien insistió en que la plantilla para lograr sus objetivos, no mira «más allá» del siguiente partido, «aunque la gente lo vea de forma diferente».
El jugador manchego insistió en que el equipo «no está pensando en perder la Liga» y sí muy concentrado para lograrla lo antes posible. «Me da igual cuando llegue, si en Sevilla, perfecto, y sino más tarde. Lo único que quiero es ganarla», subrayó.
En el aspecto personal, Andrés Iniesta admitió atravesar por un buen momento. «Me encuentro bastante bien, llevo unos partidos en los que estoy jugando todos los minutos, y eso es importante. La llamada de la selección también es otro motivo para seguir así. Queda un mes y medio para conseguir lo que todos queremos y espero poder ayudar al equipo», explicó.
El objetivo del conjunto azulgrana, además de la Liga, es conquistar, claro está, la Liga de Campeones, para lo que tendrá primero que superar al Milán en semifinales.
Si eso ocurre, a Iniesta no le importaría verse las caras con el Villarreal en la final. «Eso demostraría que esta liga es una de las más fuertes, y además se enfrentarían dos equipos que practican un buen fútbol y a los que le gusta dar espectáculo», argumentó.
Por otra parte, el centrocampista del Barcelona lamentó que el Comité de competición no haya quitado a su compañero Carles Puyol la primera de las dos tarjetas amarillas que vio ante el Rácing de Santander.
«En el campo incluso pensaba que no había sido mano, así es que si el comité ha decidido eso, no estoy de acuerdo. Esperemos que pueda recurrirse y que Puyol pueda jugar el viernes con nosotros», concluyó.