La Semana Santa es una mezcla de sentidos. Aromas, olores, visiones, imágenes y también sabores. Y dentro de las visiones la luz cobra un protagonismo especial. Ya sea la luz de la tarde con un sol radiante, con el ocaso del astro rey, con noche cerrada o de madrugada con las primeras luces del día. Digo esto, porque no sabría muy bien con que quedarme en cuanto a la hora del día que más disfruto viendo un paso gaditano. Al final, creo que llego a la conclusión que cada cofradía, que cada hermandad, para mi, tiene su hora.
Y es que no puedo elegir entre ver con una luz brillante que ofrece el sol de las tres de la tarde del Domingo de Ramos a Nuestro Padre Jesús de la Paz por la Alameda o ver a Nuestro Padre Jesús del Mayor Dolor, a mi Cristo de la Sanidad que tantas veces he llevado sobre mis hombros, saliendo de Santa Cruz. Y que decir de la Virgen del Patrocinio saliendo de la parroquia del Carmen con esa luz natural que parece que hace lucir más aún el ya de por sí lucido y característico palio de la hermandad del Prendimiento.
Desde el balcón privilegiado que Punto Radio tiene esta Semana Santa para la retransmisión, podemos apreciar también ese cambio de luces, esos contrastes que incluso un mismo paso lo vemos de una forma cuando entra en Catedral con la luz del día y lo vemos de otra diferente cuando abandona la Seo gaditana por la puerta de Arquitecto Acero y el sol ya se ha despedido hasta el día siguiente. No puedo ni quiero dejar a un lado a ese Cristo del Perdón de regreso después de perdonar todo lo que tenía que perdonar a Cádiz con la claridad de una nueva jornada cofrade por supuesto.
Luces diferentes unas de otras y que hoy podremos disfrutar de nuevo en este Miércoles Santo con cofradías que lucen por la tarde y otras con la noche. Yo no sé ustedes, pero yo no sabría con que luz ni con que hora quedarme. Y digo yo ¿Por qué he de quedarme con una y no con todas?