Orden, trabajo y poquito más. Lo justo para llevarse los tres puntos empleó el Arcos ante el filial del Córdoba, un equipo muy limitado y que no dio sensación de peligro desde el minuto, cuando su delantero Isidro disparó a bocajarro y René tuvo que intervenir para evitar el gol. Poco más de los cordobeses se vio durante el partido.

Muy pronto respondió el Arcos, con un lanzamiento de falta de Zurdo rozó el larguero. Poco después, a los siete minutos, de nuevo el extremo arcense disparaba, esta vez a botepronto y el balón se marchaba por arriba.

El Arcos, limitado en mediocampo por las bajas de Pichi, Flores y Dani Zúñiga, tuvo que emplear a Santaella de mediocentro. El sevillano no desentonó durante el tiempo que jugó, pero demostró que esa no era su zona.

Por este motivo la consigna de Oliva era clara: balón alto de René que buscaba a Ferradas para que peinase el balón para alguno de los mediapuntas.En una acción muy discutida por los visitantes, el colegio consideró infracción un encontronazo entre Rafa y Sergio Molina, que Zurdo se encargó de convertir su octavo gol desde el punto de castigo.

La segunda mitad fue un bluff. Los de Oliva parecían conformarse con la victoria por la mínima, mientras que los cordobeses apenas inquietaron la meta de René. Al final, dos cero y pa'casa.