En Jerez, la llegada de la Semana Santa no sólo se nota en la estética de la ciudad, que, sobre todo en la zona centro, se ve absolutamente trastocada por la que conocemos como Semana Mayor. El Domingo de Ramos, siempre que el tiempo nos lo permite, se pueden percibir, además, unos olores y una luz distintas a la de cualquier otra época del año. El ya consabido azahar se confunde con un perfume de sentimiento y tradición, cuyo envase es el de una ciudad en el que casi todos se visten con sus mejores galas para salir a la calle en busca del Señor. A cada uno le puede gustar más o menos la Semana Santa, pero nadie podrá negar que Jerez rebosa de belleza y vida en estas fechas tan señaladas. Hoy desde temprano lo podrán comprobar en cualquier calle del centro.