No habíamos quedado en que la tecnocracia era nefasta para la democracia porque significaba la exclusión de los políticos en la toma de decisiones y dejaba a los técnicos el ejercicio absoluto del poder por los técnicos? Entonces, ¿cómo es posible que sean los propios políticos los que, reconociéndose incapaces de aportar soluciones a los asuntos públicos, encomienden el Gobierno de una Corporación Local a unos técnicos? Eso es lo que parece que va a pasar en Marbella. Dirigentes del PP, PSOE, Izquierda Unida y Partido Andalucista han acordado que la gestora que se creará para dirigir el Ayuntamiento de Marbella, disuelto tras el escándalo de corrupción que llevó a prisión a su cúpula, estará compuesta por personas con carácter «eminentemente técnico» y será presidida por un independiente. El presidente de la Diputación Provincial de Málaga, encargado legalmente de encauzar la salida de la crisis del Ayuntamiento de Marbella municipal aseguró que los integrantes de del nuevo órgano, la futura Comisión Gestora, deben tener un acusado perfil técnico y que sería deseable que quien lo presida sea una persona de afiliación política independiente, de autoridad moral incontestable y clara referencia social. ¿Y cómo se puede entender que eso sea lo que han acordado los dirigentes del PP, PSOE, Izquierda Unida y Partido Andalucista, que es tanto como reconocerse incapaces de aportar soluciones racionales a los asuntos públicos? ¿Es que ninguno de los políticos que compondrán esa comisión, -seis miembros del PSOE, otros seis del PP, dos de IU y otros dos del PA, que no tendrán que estar empadronados en el municipio y cuyo número de integrantes será par, para huir de la tentación de evitar una posible alianza que pueda propiciar una mayoría absoluta y que no tendrán que estar empadronados en el municipio-, posee estas cualidades? El filósofo y sociólogo francés Claude-Henri Rouvroy, conde de Saint-Simon fue el primero que en Réorganisation de la société européenne, de 1814, propuso para el poder político a los técnicos y dirigentes industriales.