El Werder goleó al Bayern por 3-0 rematando así una semana negra del meta Oliver Kahn que, aunque no tuvo culpa en los goles, estaba en el centro de la atención 24 horas después de haber perdido la titularidad en la selección alemana.
Kahn tuvo un buen desempeño pero, al igual que todo el Bayern, había llegado bajo la presión de la decisión del seleccionador Jürgen Klinsmann ya había quien dudaba de que pudiera concentrarse en el partido.
«Creo que el partido no tuvo nada que ver con la decisión de Klinsmann. Ya ayer Oliver estaba plenamente concentrado en este partido y hoy jugó bien pese a los tres goles», dijo el entrenador del Bayern, Felix Magath, el término del compromiso.
La verdad, como también lo señaló Magath, es que no sólo Kahn tuvo un buen partido sino que durante buena parte del compromiso el Bayern fue el equipo dominador pero primero tuvo mala fortuna. «Nosotros también hicimos un buen partido, pero el desarrollo del juego puso las cosas al revés», dijo Magath.
En el primer tiempo, el partido estaba parejo y el Bremen se fue en ventaja tras un centro de Miroslav Klose que desembocó en un gol en propia puerta de Bastian Schweinsteiger.
Luego, el Bayern tomó la iniciativa y tuvo buenas ocasiones que no aprovechó y en los diez minutos finales fue sorprendido con dos contragolpes que desembocaron en goles del danés Daniel Jensen y de Tim Borowski.
En todas las jugadas de gol participó Klose que, pese a no haber marcado, fue claramente el mejor jugador del campo.
En los minutos finales, Ballack estrelló un cabezazo en el larguero. El marcador fue demasiado alto, pero confirma algo que ya se había visto en las últimas jornadas y es el que el Bayern viene perdiendo seguridad lo que puede reabrir la lucha por el título a falta de cinco jornadas.