El jugador del Real Zaragoza José María Movilla señaló ayer que ni a él ni a muchos de sus compañeros les gusta el ambiente de euforia que hay entre los aficionados para la final de la Copa del Rey que le enfrentará al R. C. D. Espanyol el próximo 12 de abril.

«Estamos viendo que nos vamos a enfrentar contra un rival al que no hemos ganado en los últimos años y creo que va a ser un partido muy duro y en el que no hay favoritos», resaltó el centrocampista del conjunto aragonés.

Al jugador madrileño le gustaba más la final que disputó contra el Real Madrid el año 2004 en la que su equipo no iba de favorito, como ocurre en esta ocasión, sino de víctima.

«Entonces no había preparadas celebraciones de ningún tipo, ni preparativos de nada y ni siquiera hubo una botella de sidra en ese vestuario que consiguió ganar la Copa del Rey y ahora parece que ya lo vamos a celebrar cuando pase la Copa, tanto cenas, como actos, etc.», comentó Movilla, que reiteró que todo esto se da por bueno por las circunstancias y temas de publicidad pero que a los jugadores no le gusta «nada» todo lo que se está moviendo previo a la Copa del Rey.

El medio centro recordó que los dos finalistas son «muy parejos» en potencial y aunque destacó que el Real Zaragoza había eliminado al Barcelona y al Real Madrid recordó que esto no vale para nada en una final.

«En la final no vale mirar atrás a ver lo que han hecho uno y otro en las eliminatorias. Son noventa minutos y quien mejor lo prepare, quien mejor lo haga y quien mejor esté consciente del trabajo que tiene que hacer lo va a sacar adelante», resaltó.

Movilla achaca la mala marcha del conjunto catalán en la liga a que ha estado en tres competiciones, lo que le ha resultado bastante duro, y a que ha llegado muy lejos en la UEFA y eso posiblemente le haya pasado factura.

El centrocampista reiteró que veía «parejos» a ambos conjuntos, tal y como se ha demostrado por los resultados de los últimos años, y recordó que en la presente temporada el Zaragoza no había podido ganar a los periquitos.

Sobre el partido del próximo domingo contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán reconoció que tanto la ciudad, como los aficionados y los jugadores están pensando en la final, pero avisó de que este partido era «fundamental» para el equipo.

«Aunque nos juguemos todo en el encuentro de la Copa el partido de Sevilla es otra piedra de toque importante contra un rival que por méritos propios están en lo más alto de la tabla», indicó.



Movilla fue sincero al reconocer que conseguir un puesto europeo para la próxima temporada estaba "complicado" por la vía de la liga y comentó que todo pasaba por ganarle al Sevilla y ver lo que ocurre en las siguientes jornadas.



A este respecto añadió que la plantilla zaragocista tiene en mente ir "por la línea directa", que es la Copa del Rey, para salvar la temporada y estar el próximo año en Europa.



Movilla no cree que los jugadores del conjunto aragonés puedan tener la mente puesta en la final en el encuentro contra el Sevilla y, sobre este tema, recordó cómo en el partido previo a la final de la Copa de 2004 se enfrentaron al Real Madrid, con el que posteriormente jugarían dicha final, y lograron empatar.



"Dentro del partido el jugador se mete en la dinámica del encuentro y quiere hacerlo lo mejor posible. No creo que vaya a haber ningún problema a este respecto", añadió. EFE



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04/06/16-18/06