- ¿Cómo es que decidió estudiar Educación Infantil?

- La verdad es que en un primer momento decidí estudiar Medicina, lo que ocurrió fue que no entré en la carrera debido a la nota de corte y entonces tuve que barajar otras opciones. Entre esas otras opciones me decante por Educación Infantil porque verdaderamente era lo que me llamaba la atención. Trabajar con los niños creo que es la base de todo hoy en día y en especial con los más pequeños. Mi objetivo era y es educar a los más pequeños, formarlos como personas para que en un futuro sean más personas.

- ¿Qué es lo mejor de trabajar con niños?

- El trato diario con ellos. Cada día traen una historia nueva y además es imposible que exista una rutina en este trabajo. No es un trabajo previsible, sino más bien todo lo contrario nunca sabes con qué te vas a encontrar.

- ¿Qué es lo peor de su profesión?

- Para mí es, a veces, el trato con los padres, quienes pueden llegar a dificultar el trabajo diario con los pequeños.

- En su profesión hasta la fecha han predominado el género femenino, ¿cómo se siente rodeada de tantas mujeres?

- En un principio, tanto en la carrera como en el trabajo, te sientes un poco incómodo ya que el 90 por ciento de tus compañeras son mujeres debido a una tradición que siempre ha relacionado el papel femenino con el cuidado de los niños. Pero afortunadamente esto va cambiando y cada vez somos más los hombres que asumimos estos trabajos a pesar de esa inicial incomodidad. No obstante, con el paso del tiempo te acostumbras y te vuelves una más, te adaptas al medio.

- Y los pequeños, ¿cómo es el trato con ellos?

- Pues más o menos igual. Al principio, como todo el mundo, cuando comienzan a relacionarse contigo son fríos y distantes porque ellos tardan bastante en coger confianza, además están acostumbrados al trato con una mujer ya sea una profesora anterior o su propia madre, por lo que una o dos semanas no se las quita nadie en ese proceso de adaptación a su nuevo profesor.