Endesa sólo retirará el aval de 1.000 millones que paraliza la oferta de compra de Gas Natural si la propuesta competidora, lanzada por E.ON, obtiene el visto bueno de la Comisión Nacional de la Energía. El presidente de la eléctrica lo confirmó ayer, y apuntó que también levantará la cantidad si la gasista e Iberdrola renuncian al pacto de compra-venta de activos que dio origen a su denuncia. Manuel Pizarro reiteró su apuesta por su proyecto, pero se confesó deseoso de que aparezcan nuevas ofertas para que los accionistas de la eléctrica cuenten con más opciones. Sostuvo que el fin que buscan los gestores de Endesa es que sus accionistas puedan elegir el futuro de su empresa. Y defendió que su oposición a la OPA de la compañía catalana es «coherente» con ese objetivo. «Para poder elegir, primero tiene que haber empresa, y no hay empresa si se la reparten los competidores», argumentó. Afirmó que la titular del juzgado mercantil número 3 de Madrid ya les ha dado parte de la razón, al «distingue entre concertación entre competidores y la concentración que se produce después». El objetivo de Endesa es evitar que el freno a la operación de la gasista impida a la alemana llegar al mercado, ya que la paralización de una conlleva la de las demás que haya o pudieran presentarse antes de que finalice el plazo para lanzar nuevas ofertas. Así, las ofertas competidoras a la Gas Natural pueden superar los trámites administrativos, pero quedarían interrumpidas.