Elecciones municipales 2015

Jerez, en el centro de las ideologías

Los jerezanos descartan ya la mayoría absoluta del PP y serán los indecisos quienes den la llave de los pactos a los nuevos partidos

La calle Larga, centro de la vida social jerezana
La calle Larga, centro de la vida social jerezana - la voz

Jerez no es tan diferente al resto de su provincia, ni es ajena a los vaivenes políticos nacionales. Al contrario, más bien los escenifica. Tras la hegemonía de Pedro Pacheco, reinando durante 24 años en la ciudad, aclamado por un pueblo que despertaba tras la larga dictadura, llegó el auténtico juego político. Primero fue la caída progresiva, aunque lenta, del líder andalucista hasta acabar en la cárcel. Poco a poco tomó protagonismo el juego bipartidista en el Ayuntamiento jerezano, con intercambios entre PSOE y PP en los sillones de mando.

En los últimos años, y tras una legislatura de pactos entre partidos para dar el finiquito al PA, la socialista Pilar Sánchez obtuvo 15 concejales en 2007 y reinó con corte de guardaespaldas incluida. Su gestión nefasta y los continuos escándalos políticos acabaron poniendo en bandeja la Alcaldía a la popular María José García-Pelayo y a Sánchez, una pena de dos años de cárcel por utilizar fondos del Plan E para pagar la nómina a la plantilla municipal y a las concesionarias. A esto último se le añadió recientemente la condena por la adjudicación fraudulenta del PTA de Jerez (Parque Científico Tecnológico Agroindustrial).

Antes de que llegaran las condenas judiciales, el electorado jerezano dictó sentencia y quitó de un plumazo a diez concejales al PSOE en 2011 para dar paso al PP, partido que obtuvo 15, el mismo resultado que consiguieron los socialistas cuatro años antes.

A pesar del ERE municipal al que se enfrentó García-Pelayo y de otros grandes retos aún pendientes, la mayoría de los ciudadanos aprueba la gestión de la alcaldesa y de su equipo, un grupo de políticos bien conocidos y que se dejan ver por la Ciudad del Caballo. Pero, como en el resto del país, irrumpen nuevos partidos en escena que obligan, en el mejor sentido político de la palabra, a pactar y a modificar el status quo que PP y PSOE parecían haber alcanzado.

El destino de Jerez depende ahora de una compleja partida de ajedrez política en la que jugarán un papel crucial Ganemos Jerez y Ciudadanos, a pesar de que parecía que había pasado lo peor de la tormenta de juicios a exalcaldes jerezanos y que se había alcanzado cierta estabilidad política. Ya se da por hecho que el partido de Pacheco (IPJ) desaparezca y que los nuevos barran del escenario político jerezano a los que nunca echaron raíces como UPyD, PA o PCPE.

Diversos sondeos apuntan al PP como la lista más votada pero sin alcanzar la mayoría absoluta que ha tenido en estos cuatro últimos años. Respecto al PSOE, se esperaba una lógica recuperación de votos, tras el desgaste de gobiernos del PP, pero la irrupción de Ganemos Jerez (marca blanca de Podemos en la ciudad), liderado por Santiago Sánchez, y de Ciudadanos, con Carlos Pérez a la cabeza, pone en riesgo la remontada socialista y la mayoría absoluta del PP.

De cualquier forma, si el Partido Popular lograse la mayor parte de los votos debería pactar con el partido más afín a su ideología, Ciudadanos, para gobernar en Jerez. Aunque también muchos apuntan a que un pacto tripartito entre, PSOE, Ganemos e IU podría dar el bastón de mando a Mamen Sánchez (PSOE).

Tanto el bloque de izquierdas como el de derechas se batirán el cobre en el último momento ante las urnas, ya que no hay ningún claro ganador para dirigir con holgura el complejo Consistorio jerezano, suponiendo siempre que fragüen los pactos más lógicos y no haya sorpresas de última hora por alianzas imprevistas.

Electorado revuelto

Con un sencillo sondeo a pie de calle ya se observa que Jerez es un escenario complejo para hacer cábalas sobre las próximas elecciones. Cada entrevistado sorprende con su respuesta, por inesperada y por bien formada. Todos conocen las opciones, a pesar de que son muchas, y concluyen de forma muy dispar.

Antonio Jesús Álvarez, maquinista de la construcción, ahora autónomo por necesidad, como él mismo explica, asegura que votará porque «costó muchos años y muchas vidas conquistar este derecho, aunque no me gusta ninguno de los que se presentan». Antonio está convencido de que todos, «los de antes y los nuevos vienen a lo mismo; a aprovecharse del pueblo». Tampoco le da confianza Podemos por «querer imponer aquí el modelo de Venezuela».

Pilar Moreno Sánchez es ama de casa en Jerez y ha visto pasar por su ciudad a todos los alcaldes de la democracia. Pilar asegura que irá a votar y afirma orgullosa que nunca ha fallado ese día: «muy mala tengo que estar para no ir». Explica abiertamente que votará de nuevo al PP porque está satisfecha con la gestión de García-Pelayo, «mucho más que con la de Pilar Sánchez, que fue un escándalo».

En el otro lado de las opciones políticas se encuentra su vecino Salvador Benítez, pensionista por invalidez desde hace 40 años. Benítez está convencido de que la corrupción «viene con nosotros, con nuestra cultura», así que votará por opción ideológica al PSOE.

Sonia Listán, peluquera desempleada, no irá a votar, como de costumbre. «Hace mucho tiempo que no lo hago. Todos son unos rateros. No comprendo sus programas y tampoco me interesan», asegura esta trabajadora totalmente desencantada con el panorama laboral que encuentra en Jerez.

Por contraposición, Yolanda Venegas, monitora escolar en activo, asegura que acudirá a las urnas «como siempre» para apoyar a su partido. No dice cuál es. En la calle se percibe cierto reparo a confesar que se pertenece a uno de los dos grandes partidos de este país. Es muy curioso que ninguno piense que Jerez esté peor que otras ciudades españolas, a pesar de la difícil situación que se vive en su ayuntamiento.

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