Feria de jerez 2015
Ignacio Sánchez Ibargüen ya tiene su Sombrero de Oro
«A partir de ahora luciré mi sombrero de ala ancha con las insignias que siempre llevo, la bandera de España y la Virgen del Rocío»
La entrega del Sombrero de Oro este jueves en la Feria de Jerez ha sido uno de los grandes prolegómenos de la fiesta que ya vive con su idiosincrasia pura. La asociación que impulsa este homenaje se lo ha dedicado al pueblo de Jerez, a esa buena gente que sigue luchando a pesar de sus dificultades, y al gran garrochista, sevillano de pura cepa, Ignacio Sánchez Ibargüen Benjumea, conde de Miraflores.
El homenajeado (82 años) ha destacado que «estoy como en mi casa. Jerez tiene un carácter especial, de elite, es una ciudad acogedora donde las haya. Y se dice que Jerez tiene los mejores caballos, los jinetes bien vestidos y las amazonas más guapas».
Sánchez Ibargüen ha calificado como hermano a otro grande del rejoneo, Álvaro Domecq, y dijo que «hemos compartido muchos momentos malos y buenos» desde la década de los 50 en que ambos iban a tentaderos juntos: «Soy un enamorado de este sombrero que he usado muchas veces. También se ha referido a la alcaldesa jerezana, María José García-Pelayo, porque es una regidora que se preocupa mucho por la ciudad, porque siga siendo una feria de tronío, de las de verdad».
La entrega del Sombrero de Oro se ha celebrado este juves de nuevo en la gran casa del vino de Jerez, Tío Pepe. Como ha señalado Jaime González-Gordon esta casa es «para todos, para el jerez y toda la ciudad». Otra clave de la entrega del Sombrero de Oro fue que un gran número de ganaderos y rejoneadores se citaron en el templete de González Byass ante el inicio del ciclo taurino en el que se despedía al ídolo local Fermín Bohórquez.
El conde de Miraflores, muy emocionado, ha destacado que a partir de ahora lucirá su sombrero de ala ancha con las insignias que «siempre llevó, la bandera de España y de la Virgen del Rocío».
Ignacio Sánchez Ibargüen también ha agradecido que muchos garrochistas le acompañaran a en ese gran momento, especial, emotivo, pero discreto en el fondo. Con señorío y elegancia. Además, el Sombrero de Oro -un galardón que se instauró en 2009- parece que está trayendo suerte a Jerez pues se han abierto dos sombrererías en los últimos tiempos y su coqueta plaza de toros vuelve a empezar a recuperar su tronío con buenos carteles y una afición, popular, devota del arte.
En el transcurso del acto, la alcaldesa ha tenido palabras de agradecimiento hacia la asociación porque han tenido el gesto de acordarse de la ciudad y de todos los jerezanos y jerezanas custodios de nuestras costumbres. Asimismo, la regidora ha destacado: «Siempre es un momento entrañable cuando recoges un premio en el que se hace un reconocimiento a la ciudad, y en este caso quisiera dedicarlos a todos los jerezanos y jerezanas que a lo largo de la historia han trabajado para que Jerez sea lo que hoy es».