ENANILLO DE CUERPO Y ALMA
PROFESOR DE LA UCA Actualizado: GuardarEn 'El duende de los cafés', periódico satírico gaditano de 1813, encontramos esta descripción cómica del afrancesado José Marchena: «Enanillo de cuerpo y alma; quiso tomar la cicuta, por echarla de Sócrates; se constituyó en Francia sequaz del partido que le proporcionase mejor mesa y más abundancia de cortesanas, y luego venido a Madrid, confiado sin duda en el resguardo de su invisible pequeñez, se metió a retador de las Cortes, de la nación, del género humano, pasado, presente y venidero» (sección de 'Renegadillos subalternos'). Una descripción que complementa la que nos ofrece Gregorio Marañón cuando escribe: «Y su descripción concuerda con la que, por otros conductos, tenemos de la figura de Marchena, que corresponde con cierta especie de enanos en los cuales la exigüidad de la talla tiene otras compensaciones anatómicas, que les permiten extrañas victorias en la amorosa lid». Menéndez Pelayo tampoco se queda atrás: «Era pequeñísimo de estatura, muy moreno y aun casi bronceado de tez y horriblemente feo, en términos que más que persona humana parecía un sátiro de las selvas. (.) Durante una temporada llevó en su compañía un jabalí que había domesticado y que hacía dormir a los pies de su cama.»