El último acto oficial de la Reina fue la recepción de Liz Truss en Balmoral

En octubre del año pasado Isabel II visita la abadía de Westminster apoyada en un bastón. Los años parecen empezar a pesar sobre la soberana británica. Días después pasa una noche en este hospital para someterse a unas pruebas médicas sin especificar. En el discurso de Navidad, la reina reconoce que la muerte de su esposo, Felipe de Edimburgo, le ha pasado factura. Ya en este 2022, se contagia de COVID en febrero. El virus, confiesa, la deja cansada y exhausta. Aparece a menudo subida en coches o carritos por sus problemas de movilidad. Y el príncipe Carlos la sustituye cada vez en más actos; tan importantes como la apertura del Parlamento. La monarca mantiene su sentido del humor, como demuestra en este vídeo del Jubileo por sus setenta años en el trono. Pero en las celebraciones apenas se la puede ver un par de veces saludando desde el balcón de Buckingham. Lo que aparece en la carroza real es un holograma de cuando era joven. . Este martes no viaja a Londres para recibir a la nueva primera ministra. Liz Truss se traslada a Balmoral para el saludo protocolario. Las fotos que captan el momento llama la atención la mano amoratada de la reina. -Redacción-