Los sindicatos, en pie de guerra contra Macron
Nueva jornada de huelga contra la reforma de las pensiones de Macron

Todos los sindicatos de Francia han convocado hoy una nueva jornada de huelgas y manifestaciones, pidiendo la retirada pura y simple del proyecto de reforma del sistema nacional de pensiones, hipotecando el futuro y aspiraciones «reformistas» de Emmanuel Macron.
Las jornadas del 19 y el ... 31 de enero pasado movilizaron de 1,5 a 2 millones de manifestantes en toda Francia, cuyos trenes, transportes, educación, sanidad y servicios públicos sufrieron trastornos y huelgas de cierta importancia. Los sindicatos esperan repetir esa manifestación de fuerza, que cuenta con la simpatía de un 65 a un 75 % de los franceses. El conjunto de los sindicatos nacionales tiene convocada otra jornada de protesta el próximo sábado, día 11.
Refugiado en el Elíseo
Contra las cuerdas, «refugiado» en el palacio del Elíseo, durante las jornadas de huelgas y manifestaciones, Emmanuel Macron sigue defendiendo su proyecto, que ha comenzado a discutirse en la Asamblea Nacional, donde se ha abierto otro frente de crisis inflamable. Olivier Dussopt, ministro de Trabajo, defendió la tarde del lunes el proyecto de reforma del proyecto de reforma ante la Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento Nacional, en un clima de insultos, gritos, amenazas, que forzaron una suspensión temporal de los debates.
La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda populista) ha presentado 13.000 enmiendas. Extrema derecha, derecha, socialistas y comunistas han presentado otras 20.000. Discutir más de 30.000 en veinte días de trabajo parlamentario es sencillamente impensable.
Para hacer pasar su proyecto de Ley, en la AN, Macron tendrá que utilizar un recurso de excepción, un decretazo, posible, si nadie presenta y consigue aprobar una moción de censura. En el Elíseo, intentando escapar a las llamas callejeras y las pedradas parlamentarias, Macron «amenaza» con convocar elecciones anticipadas, pero nadie cree en esa posibilidad, y espera conseguir el voto final de Los Republicanos (LR, derecha tradicional, el partido de Nicolas Sarkozy), que están «vendiendo» muy caro ese apoyo.
Tensiones nacionales
El punto central de los enfrentamientos y tensiones nacionales pudiera parecer «irrisorio» en el resto de Europa. Los sindicatos y buena parte de la opinión pública consideran «intolerable», «impensable» e «inadmisible» que el Gobierno de Emmanuel Macron desee hacer pasar la edad de la jubilación de los 60 /62 a los 64 años de edad, con 43 años de cotizaciones para poder tener una pensión plena. La edad de jubilación en España, Alemania, Italia y el Reino Unido oscila entre los 65 y los 67 años.
En su discurso a la Nación del 31 de diciembre pasado, Macron afirmó que los franceses deberían «trabajar más» para asegurar sus sistemas nacionales de Seguridad Social, Sanidad y pensiones. Opinión presidencial que la opinión pública no comparte. Según los últimos sondeos, un 65 % de los franceses están «descontentos» de su presidente, que solo tiene un 34 % de opiniones positivas.
Los sindicatos piden la retirada pura y simple de proyecto. Y amenazan con prolongar indefinidamente las manifestaciones. Encerrado en su palacio presidencial, Macron se dice convencido de la necesidad de hacer pasar la reforma del sistema nacional de pensiones. El resultado final de esa incierta batalla hipoteca el futuro político del presidente de la República.
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