Biden y Scholz se niegan a enviar aviones de combate a Ucrania
Apenas había cerrado el canciller alemán la disputa con sus socios occidentales por la entrega de los tanques Leopard a Ucrania, se abre ante el una nueva línea roja que de antemano no está dispuesto a pisar

Apenas había cerrado el canciller Scholz la disputa con sus socios occidentales por la entrega de los tanques Leopard a Ucrania, se abre ante el una nueva línea roja que de antemano no está dispuesto a pisar. Kiev está pidiendo aviones de combate. Washington ... y París no lo descartan. Pero Olaf Scholz declaró categóricamente la semana pasada ante el pleno del Bundestag que no enviaría ni soldados alemanes ni aviones de combate y, de entrada, parece dispuesto a mantenerse en su postura. «No, la cuestión de los aviones de combate no está sobre la mesa en absoluto», ha dicho en una entrevista publicada por Tagesspiegel, «y solo puedo desaconsejar entrar en una competencia de superación constante cuando se trata de los sistemas de armas».
Es evidente que intenta evitar la tensión a la que los Leopard han sometido a la 'coalición semáforo', en la que junto socialdemócratas gobiernan verdes y liberales, y a las relaciones diplomática de Alemania con sus principales socios. «Cuando, una vez tomada una decisión, comienza de inmediato el siguiente debate, no parece serio y hace tambalear la confianza de los ciudadanos en las decisiones gubernamentales», se ha reafirmado en su decisión, «dichos debates no deben llevarse a cabo por razones de perfil político interno y ahora es importante para mí que todos los que han anunciado que quieren suministrar tanques pesados a Ucrania lo hagan».
Scholz necesita ganar tiempo. Apenas tiene claro como va a entregar los Leopard que ha anunciado y su propio presupuesto de Defensa comienza a resultar insuficiente. Antes de una reunión de la industria con el ministro de Defensa, Boris Pistorius, el jefe de Rheinmetall, Armin Papperger, ha pedido públicamente un aumento en el presupuesto de Defensa, independientemente del fondo especial de 100.000 millones de euros.
«Necesitamos decisiones sobre el presupuesto, los 51.000 millones de euros del Plan individual 14 no serán suficientes para poder contratarlo todo. Y los 100.000 millones ya están presupuestados y algunos ya fueron consumidos por la inflación», ha descrito la situación. «Plan 14 individual» es el presupuesto de defensa dentro del presupuesto federal, que hasta ahora ha demostrado serias carencias. Los camiones y las municiones contratados no pudieron entregarse el año pasado, por ejemplo, porque no quedaba dinero. También necesita tiempo para gestionar el miedo de la población alemana.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, afirmó el jueves que las entregas de armas estadounidenses y alemanas «se entienden en Moscú como una participación directa en el conflicto». «La gran mayoría de los ciudadanos en Alemania están del lado de Ucrania y saben que este país tiene todo el derecho a defenderse contra la agresión rusa. Por eso están a favor de que apoyemos a Ucrania. Por supuesto, también hay algunos que no están seguros de si es correcto suministrar armas a Ucrania, otros nos piden que hagamos más, pero la gran mayoría piensa que es correcto que el gobierno sopese todas las decisiones muy cuidadosamente», centra Scholz su consideración de la opinión pública, «es parte de mi trabajo ser capaz de soportar la presión. Esta guerra en nuestra vecindad inmediata es un asunto muy serio y peligroso. Una situación sobre la que no hay certezas. No puedes hacer que un profesor de Matemáticas calcule la decisión correcta, no puedes pedirle un algoritmo. Por lo tanto, procederemos paso a paso y sopesamos cuidadosamente las posibles consecuencias de cada decisión. Esto distingue la firmeza y la prudencia, incluso si algunos piensan que tienen que denigrarlo como vacilación».
Scholz está plantando cara incluso a la presidenta de su partido, Saskia Esken, que el domingo dejó abierta la puerta al envío de aviones de combate en el debate televisivo 'Informe desde Berlín'. «No lo descarto», dijo. Scholz reaccionó a esta declaración a 12.500 kilómetros de distancia, durante su visita a países latinoamericanos y saltándose la norma escrita según la cual el canciller no habla de política interna durante los viajes al exterior. Se refirió a esa declaración como parte de un debate «idiosincrásico». «Lo que necesitamos ahora es un debate serio en el que se decida lo que hay que decidir», zanjó. Hasta ahora, Scholz solo había respondido a las declaraciones de Marie-Agnes Strack-Zimmermann, la portavoz en materia de Defensa del Partido Liberal (FDP), que ha acusado durante semanas a la Cancillería de vacilación en la entrega de armas. Ahora incluso responde directamente a Esken que «no debería haber una puja en la que los motivos políticos internos estén en primer plano en lugar de apoyar a Ucrania«. »Con cosas tan importantes como las armas, tiene que tratarse de cuestiones fácticas, de consideraciones racionales», ha cortado por lo sano las opiniones a favor dentro del SPD.
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