Sanna Marin lanza un ultimátum a sus socios de coalición y amenaza con romper el Gobierno de Finlandia

La última crisis ha estallado esta semana al romper la disciplina de voto el Partido de Centro y alinearse con la oposición en contra de varios apartados de la Ley de Conservación de la Naturaleza

La presidenta de Finlandia, en una imagen reciente EP

Rosalía Sánchez

Corresponsal en Berlín

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El Gobierno de Finlandia ha ido avanzando a trompicones durante todo el otoño debido a serios desencuentros entre los cinco partidos políticos que forman la coalición. La última crisis ha estallado esta misma semana, después de que el Partido de Centro votase en línea con la oposición y en contra de varias partes de la nueva Ley de Conservación de la Naturaleza propuesta por la coalición. Horas antes de votar, los cinco partidos gobernantes habían acordado no romper la disciplina de voto, por lo que la sorpresa fue mayúscula. La reacción de la primera ministra ha sido un ultimátum: «Si la disciplina de coalición se rompe una vez más, ya no habrá este gobierno».

Sanna Marin amenaza con disolver el gobierno alegando que «no es correcto que alguien rompa las reglas que hemos acordado conjuntamente en la coalición y no defienda las propuestas que el gobierno presenta de forma unánime en el Parlamento». «Quiero que este gobierno funcione con la composición actual, pero la premisa previa es que funciones y esta forma de romper con las reglas y con los acuerdos repetidamente es insostenible y no va a quedar sin repercusiones», se ha extendido en la explicación, «si nos enfrentamos a semejante situación una sola vez más, con un partido que no asume sus compromisos con la coalición, entonces este gobierno dejará de existir». «Esta ha sido la última vez», selló su apercibimiento.

El comportamiento del Partido de Centro ha enfadado por igual a los cuatro miembros restantes de la coalición, los socialdemócratas de Marin, la Alianza de Izquierda, los Verdes y el Partido Popular Sueco, pero la reacción de la ministra ha causado también malestar en varios de sus socios.

La ministra verde de Medio ambiente, Maria Ohisalo, ha criticado a Marin que «tirar de la alfombra de los cuatro partidos es muy graves, es posible restaurar la confianza a través de acciones que demuestren que quieren seguir formando parte de la coalición sin amenazar con cerrar el gobierno». Desde el Partido de Centro, por lo demás, no hay signos de rectificación.

La ministra de Finanzas Annika Saarikko ha mostrado su satisfacción por el cambio de posición de última hora de su grupo parlamentario y ha argumentado que «la Ley de Conservación de la Naturaleza ha mejorado gracias a ello y se han aclarado secciones referentes a la protección de la propiedad».

Los analistas coinciden en que el Gobierno aguanta por las presiones externas que tratan de evitar una crisis durante el proceso de adhesión a la OTAN

Los analistas de Helsinki coinciden mayoritariamente en que el gobierno aguanta solamente por las enormes presiones externas que llaman a evitar una crisis durante el proceso de adhesión del país a la OTAN y atribuyen el distanciamiento entre partidos al hecho de que hay unas elecciones previstas para 2023 y han entrado en modo campaña. Pero el plante en el Parlamento tiene precedentes. Antes de esta Ley de Conservación de la Naturaleza fue el desacuerdo sobre los derechos de los indígenas Sami. La primera ministra Sanna Marin insistió en que el borrador de la nueva ley Sami se enviase sin demora al parlamento para que la nueva normativa pueda llegar a entrar en vigor antes de las elecciones.

Violación de derechos del pueblo Sami

La ONU viene acusando a Finlandia de violar los derechos políticos del pueblo Sami, el único grupo indígena de Europa, y ha emitido avisos hasta en tres ocasiones. En el centro de la cuestión está el tema de los derechos de voto en las elecciones parlamentarias y, en la práctica, la nueva legislación hace un esfuerzo por definir quién es sami y quién no, enfatizando el saami como lengua materna como elemento determinante.

El Partido del Centro ha impugnado esa interpretación, alegando que descartaría injustamente a personas del parlamento sami que han estado activas durante años, basándose simplemente en el idioma. Laponia y su comunidad sami de 10.000 miembros son bastiones tradicionales del Partido del Centro. Para no perder su apoyo, el partido se ha enfrentado a Marín y ha exigido que el gobierno encuentre una propuesta común antes de llevar el borrador al Parlamento, lo que retrasa significativamente el proceso legislativo.

Todo esto sucede mientras se publicas críticas encuestas electorales. Según uno de los últimos sondeos, el Partido del Centro obtendría solo un 10,9% de los votos, lo que explica su interés por sumar puntos en todos los temas de debate público, así sea a costa de la coalición. Al mismo tiempo, los socialdemócratas tienen mucho en juego, ya que quieren asegurar nuevos fondos que les permitan presentarse con fuerza en la próxima campaña electoral.

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