¿Por qué el gradualismo de la OTAN no está a la altura de los sacrificios de Ucrania?
Tras ocho meses de intensos combates, tropas regulares rusas y sicarios de la compañía Wagner han conseguido rodear la simbólica ciudad de Bajmut por tres flancos
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En Ucrania, la OTAN ha terminado por caer en la trampa de la no-escalada. Desde el comienzo de la invasión, la ayuda militar a la resistencia de Kiev se ha racionado para evitar una confrontación directa con Moscú. Y aunque muchas líneas rojas ... se han cruzado durante las últimas semanas (baterías Patriot de defensa antiaérea, artillería de largo alcance, blindados, carros de combate y quizá cazas), el resultado de este gradualismo empieza a no estar a la altura de los sacrificios realizados por los ucranianos.
Al carecer de los medios requeridos para alterar la dinámica de una guerra de desgaste tan ventajosa para Rusia, Ucrania se arriesga a perder mucho más que la iniciativa. Entre la necesidad de materializar una victoria para el 24 de febrero (primer aniversario de la agresión ordenada por Putin), el retraso en la entrega de los últimos sistemas de armas comprometidos y que todavía el hielo no se ha transformado en barro intransitable, el Kremlin ha encontrado una ventana de oportunidad para una ofensiva de invierno.
Una ofensiva, por supuesto, al estilo ruso. Es decir, con más de 320.000 soldados desplegados en Ucrania (el doble de la fuerza de invasión inicial), junto a una reserva de entre 150.000 y 250.000 efectivos. La falta de calidad se intenta compensar con la cantidad, sin remordimientos ante un altísimo índice de bajas. Mientras tanto, los miembros de la Alianza Atlántica se enfrentan a una carrera logística de suministros básicos, especialmente munición.
Tras ocho meses de intensos combates, tropas regulares rusas y sicarios de la compañía Wagner han conseguido rodear la simbólica ciudad de Bajmut por tres flancos. Tras una sucesión de avances suicidas al estilo de la Primera Guerra Mundial, entre posiciones fortificadas y bosques calcinados, la «Fortaleza Bajmut» está a punto de caer. Será la primera victoria significativa de Rusia desde el verano. Y en el peor de los escenarios puede ser también un primer paso para conquistar toda la región del Donbass y declarar un final satisfactorio a la agresión especial de Putin.
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