El Gobierno de Colombia trata de verificar si Iván Márquez, líder de las disidencias de las FARC, ha muerto en Venezuela

Un noticiero aseguró que el guerrillero no logró recuperarse de las secuelas de la esquirla que quedó alojada en su cabeza tras el atentado del 2022

Capturado en Colombia uno de los líderes de la banda criminal Los Lobos de Ecuador

Luciano Marín Arango, alias «Iván Márquez», durante una comparecencia en 2014 EFE

Poly Martínez /

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La muerte finalmente alcanzó a Iván Márquez, atrincherado en Venezuela tras sufrir un atentado hace casi un año, del cual se supo había salido muy herido y disminuido, pero que no logró acabar con la vida del jefe de las disidencias de las Farc, guerrilla en nombre de la cual él mismo negoció y firmó un acuerdo de paz con el Estado colombiano en 2016, acuerdo que el propio Márquez traicionó para rearmarse y formar la llamada Segunda Marquetalia.

Así, a los 68 años, Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, quien lideró las negociaciones en La Habana con el gobierno de Juan Manuel Santos, las que pusieron fin a la más antigua guerrilla de izquierda de América Latina, vuelve a ser noticia, según la primicia del Noticiero CM&, que adelantó su emisión de la noche para informar sobre el deceso del guerrillero. Según ese informativo, el guerrillero no logró recuperarse de las secuelas de la esquirla que quedó alojada en su cabeza, además de la pérdida de una pierna y un brazo por cuenta del atentado del 2022.

La Segunda Marquetalia dijo, prácticamente hace un año, que el atentado sucedió el 30 de junio. Se ha especulado sobre quiénes fueron los autores, donde una de las versiones más sólidas señala a grupo integrado por mercenarios, excombatientes de las Farc y la fuerza pública colombiana. En ese entonces afirmaban los voceros que el impacto había sido menor, pero con el paso de los días se supo que Márquez sí había sido afectado de gravedad, izado de su campamento en Caicara (Orinoco venezolano) por un helicóptero y llevado a Caracas, donde habría permanecido hasta hoy bajo atención médica en el vecino país. Desde entonces, sin dar la cara y tal como lo señaló el exministro de Defensa, Gabriel Silva Luján, Márquez se convirtió en algo así como un mascarón de proa, sin el liderazgo visible de antes.

Márquez fue un líder sanguinario –bajo su mando sucedió el secuestro de Ingrid Betancourt, la bomba al club El Nogal, en Bogotá, y el cruento ataque a Bojayá, Chocó, donde murieron 119 personas-, veterano en hacerle el quite a atentados en su contra, en abandonar acuerdos de paz firmados como parte de la comandancia de las antiguas Farc. Tras traicionar el Acuerdo de Paz de 2016, creó la llamada Nueva Marquetalia y con ella asumió el liderazgo del movimiento en la pelea por las rutas del tráfico ilegal de drogas en la zona fronteriza con Venezuela, donde se disputaba el control de estas rentas ilícitas con otros grupos armados, entre ellos el Clan del Golfo y la disidencia de las Farc liderada por Gentil Duarte, quien también murió por un atentado, en mayo de 2022, suerte similar a la de Jesús Santrich, Romaña (Henry Castellanos) y de alias El Paisa (Hernán Darío Velásquez), otros reconocidos comandantes de las antiguas Farc y los cuales también cayeron en territorio venezolano.

Pero además de guerrillero, Márquez también fue político, como miembro de la Unión Patriótica, partido político de izquierda que en la década de los ochenta fue víctima del asesinato de muchos de sus líderes, incluidos dos candidatos presidenciales, alcaldes y senadores de dicha colectividad, violencia política que cobró la muerte de unos 3000 militantes del partido. Si bien como miembro de ese partido llegó a ser congresista en la Cámara de Representantes, Márquez retomó las armas, entró al frente 6, para de allí saltar al Bloque Caribe, para luego llegar al Secretariado, el máximo órgano de la comandancia de esa guerrilla, en representación de ese bloque.

Aunque el ministro de Defensa, Iván Velásquez, dijo que «estamos atentos para cuando tengamos confirmada una noticia de esa naturaleza», verificaciones que el general Giraldo, comandante del Ejército, a las ocho de la noche no se había dado declaración oficial por parte de la Casa de Nariño. Tampoco el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, se había pronunciado, a pesar de que se reunió con Márquez a finales del 2022 precisamente con el fin de buscar un cese al fuego inicial y un camino de diálogo. Efectivamente, la Nueva Marquetalia se unió al cese al fuego sostenido entre el 3 de enero y el 30 de junio de este año, como estaba acordado. La pregunta por el futuro de estos diálogos y una posible negociación con ese grupo ilegal queda en el aire. Y en manos del gobierno de Venezuela, aportar información verificable sobre la muerte del guerrillero.

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