El gato Larry recibe a su quinto primer ministro británico desde que se instaló en Downing Street

Los primeros ministros británicos (de momento, conservadores) pasan por Downing Street, pero el gato Larry sigue ahí. Hasta tres en este año y cinco desde que llegó a Downing Street allá por 2011. Liz Truss hace la mudanza hoy después de tan solo siete semanas en el cargo.

Según la página oficial del 10 de Downing Street , Larry se instaló en el edificio el 15 de febrero de 2011 (fecha elegida para celebrar sus cumpleaños). Llegó tras ser reclutado por la empresa , que al parecer le rescató de la calle y que destacó de él sus cualidades para cazar ratones, lo que le ha valido el título oficial del Chief Mouser. El ex primer ministro británico Cameron también vio en él a un buen compañero de juegos para sus hijos, aunque no se sabe bien quien ha hecho más travesuras.

Desde entonces, este gato, que se cree nació en enero de 2007, se ha ganado el corazón de todos los británicos y ha hecho las delicias de la prensa apostada en la puerta de Downing Street. A la vez que ha sido objeto de numerosos regalos -principalmente chuches- llegadas de todos los puntos del país. También le han dedicado series, cuentos... En fin, es una estrella.

Según la versión oficial, Larry pasa los días saludando a los huéspedes de la casa, comprobando las medidas de seguridad y probando los muebles antiguos durante sus innumerables siestas (la fama de perezoso le ha perseguido desde siempre).

Las historias reales y las leyendas urbanas sobre la vida de Larry se enredan en las innumerables páginas (Wikipedia le dedica varias ) que se han escrito sobre él. En algunas se cuestiona su talento para cazar ratones, y sus buenas relaciones con el premier.

La mala prensa también persigue a Larry, ya que se ha dicho de él que tiene un carácter hosco con los humanos, algo que Cameron, (en público siempre salió en su defensa) atribuyó a malas experiencias en el pasado, antes de ser reclutado para Downing Street. Una hosquedad que no la demostrado por igual con todos los invitados a la residencia oficial.

Larry es además un gato a la última, que se ha subido a las nuevas tecnologías. Tiene su propia cuenta en Twitter , con nada más y nada menos que 783.000 seguidores. Ahí es nada. Habrá que esperar para ver si surge la empatía entre el felino y un inquilino más en Downing Street. Esperemos que Larry no saque las uñas.