Estados Unidos aumenta su arsenal en suelo europeo

El puerto fluvial de Bremerhaven se ha convertido en punto de llegada a Europa del armamento estadounidense, donde parte camino a la guerra de Ucrania. Por tercer fin de semana consecutivo, el barco de transporte Leroy A. Mendonca, de 289 metros de eslora, remontó la semana pasada las aguas de Wesser y superó varias esclusas hasta atracar, hacia mediodía y durante varias horas, y descargar allí tanques, otros vehículos militares y municiones, según ha informado la prensa local, cuyas fuentes proceden del personal portuario de Nordenham.

Las descargas se llevan a cabo en la terminal Rhenus-Midgard-Terminal, el puerto privado de acceso público más grande de Alemania. Se trata de «suministros necesarios con urgencia para la guerra defensiva de Ucrania contra el ataque de Rusia», según 'Nordsee Zeitung', que siguen a continuación su camino gracias a un discreto transporte ferroviario.

Estas instalaciones de Kaiserhafen han sido utilizadas por el Ejército de los EE.UU. para el manejo de mercancías militares durante muchos años. Con 100.000 metros cuadrados de espacio abierto de servicio pesado, ofrecen condiciones ideales para descargar y estacionar tanques temporalmente. La empresa encargada de la última descarga ha sido BLG Logistics, al igual que Arc Integrity y Endurance lo fueron en los dos fines de semana anteriores, cuando llegaron vehículos blindados de transporte de personal Bradley, por ejemplo, pero también cientos de vehículos de transporte blindados International MaxxPro. Desde allí, una hilera de camiones de carga transporta estos vehículos especiales por carretera hasta Mannheim, donde se encuentra uno de los campamentos militares estadounidenses más grandes fuera del territorio de los EE.UU., en el antiguo cuartel de Coleman. Y se espera una gran cantidad de tales transportes en los próximos meses, unos «150 barcos» llenos de equipo militar del Ejército de EE.UU.

«Sinceramente, es un sentimiento muy extraño», confiesa Chirstian Knosalla, un habitante de la zona, testigo de los convoyes de docenas de tanques que cruzan la región y cuyas imágenes ha publicado SWR, «intento no pensarlo demasiado, se que responde a los tiempos que estamos viviendo, pero el sentimiento no es nada bueno». Por las autopistas, grandes camiones cargados de vehículos militares se mueven en dirección este, movimientos de armamento que por motivos de seguridad no son anunciados ni publicados a posteriori.

«Siempre hubo armas americanas aquí y cuando yo era niña veíamos muchos de estos transportes, pero de verdad que llegué a creer que era cosa del pasado y que no volveríamos a ver algo así», lamenta Helga Schmidt, jubilada en los alrededores de Mannheim. Efectivamente, la utilización de esta ruta por parte de las tropas estadounidenses data de la Segunda Guerra Mundial y su adopción fue decidida por eliminación. Se tomó mientras todavía caían las bombas aliadas sobre Alemania y, sencillamente, porque el puerto de Bremerhaven no había sido todavía destruido. En el puerto de Hamburgo se habían atrincherado las tropas británicas y Estados Unidos se conformó con esta segunda opción. Así es como nació el cuartel de Carl Schurz justo detrás de la frontera con el distrito de Speckenbüttel, también conocido como la 'Pequeña América'.

El caso es que el Ejército de Estados Unidos llevaba años vaciando el cuartel de Coleman, con intención de poner fin a su uso, pero la invasión de Crimea puso freno a este plan de evacuación y la invasión de Ucrania ha terminado revirtiendo completamente los planes de abandono. El tráfico de equipos desde Bremerhafen es constante desde hace meses. Hace apenas una semana, el ARC Integrity amarró en la llamada isla ABC, descargó 60 tanques Bradley, a los que se unieron numerosos vehículos de transporte de personal, Humvees y camiones militares. También el buque de transporte Arc Endurance ha entregado 90 vehículos blindados de ruedas del tipo Stryker. Todos ellos forman parte del paquete de ayuda de 2.500 millones de dólares de Estados Unidos para Ucrania y están destinados a permitir que los militares ucranianos continúen defendiéndose de las tropas invasoras rusas.

Este ir y venir de tanques y armamento pesado es sin duda también un mensaje para Putin. El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, ha hablado de la intención de realizar unas maniobras conjuntas de las Fuerzas Armadas de EE.UU., Alemania y Polonia, posiblemente en suelo polaco, que están todavía por confirmar. «Esta OTAN no es tan débil como él pensaba», dijo Pistorius, «es mucho más fuerte y está mucho más unida».

Para los países de Europa del Este y los Estados bálticos, también es importante ver que Alemania y EE.UU. mantienen su compromiso de defender la Alianza. Cuando se cumplía este lunes un año del discurso de Olaf Scholz en el que anunció el «punto de inflexión» de la Defensa en Alemania, el canciller alemán visitó el Comando Territorial de la Bundeswehr y allí fue informado por el teniente general Carsten Breuer sobre las tareas de rearme y la coordinación con los Ejércitos aliados. «Hemos aprendido que ya no se trata solo de ayudar en algún lugar del mundo con nuestras capacidades, sino que también se trata de organizar la defensa nacional y de fijar alianzas, de tal manera que estemos armados contra las amenazas», dijo en su breve discurso, «aquí es donde entra en juego la Bundeswehr y el hecho de que esto se esté coordinando tan eficazmente es un progreso del que nos beneficiamos de muchas maneras».

Tras la visita, Scholz comentó que, «si miras el ritmo, tienes la impresión de que vamos a lograrlo, vamos a hacer nuestro trabajo... Ahora estamos avanzando como quizás nunca antes fue el caso».