Última ofensiva de Trump con 18 fiscales para revertir el voto
Se han sumado a una demanda, ante el Supremo, por el cambio de normativa electoral en varios estados, con motivo de la pandemia
Donald Trump y sus aliados republicanos buscan en el Tribunal Supremo de EE.UU. un último resorte para dar la vuelta a la elección presidencial del pasado 3 de noviembre, que dio la victoria a Joe Biden por más de siete millones de votos.
El presidente y los republicanos que le permiten manejar la idea de que hubo un «fraude masivo» y «robo electoral» –aunque no han presentado pruebas consistentes sobre ello– han buscado varios caminos para evitar la derrota: presiones a las autoridades de los estados decisivos para evitar la certificación de los resultados, intentos de que las asambleas legislativas estatales se salten la voluntad popular y manden por su cuenta a los electores que eligen a los presidentes y multitud de demandas. La justicia –incluidos varios tribunales supremos estatales– ha rechazado con insistencia estas acciones legales en medio centenar de casos. El último, el propio Supremo, esta misma semana, contra la intención de certificar los resultados en Pensilvania, que dieron ganador a Biden.
La última embestida republicana contra las elecciones viene desde Texas. Su fiscal general, Ken Paxton , un leal a Trump, demandó a otros cuatro estados –Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin– por sus resultados electorales. En todos ganó Trump en 2016 y en todos perdió frente a Biden el mes pasado. En algunos casos, como Míchigan, con claridad.
La demanda asegura que los estados cambiaron la normativa electoral –debido a las restricciones por el Covid-19– de forma inconstitucional. Alegaciones similares se han hecho en instancias inferiores y han sido rechazadas. Pero Paxton ha podido obligar al Supremo a tratarlo porque se trata de una demanda entre estados .
«Coraje» y «sabiduría»
Los expertos ven muy pocas posibilidades de que la demanda fructifique, incluso en un Supremo donde la mayoría conservadora es de 6-3. Pero ha servido para convertir en un ejercicio de lealtad política a Trump. Desde Twitter, el presidente de EE.UU. exige «coraje y sabiduría» a los jueces del Supremo y a los políticos republicanos. Los últimos, al menos, han respondido: dieciocho fiscales generales de estados republicanos se han sumado a la demanda, a la que han mostrado su apoyo un número creciente de diputados republicanos. Hasta ayer, eran 126 miembros de la Cámara de Representantes los que se alinearon con el asalto de Trump a los resultados electorales. Su futuro político está en juego –su cargo se reelige cada dos años– y el apoyo de Trump será decisivo para muchos de ellos. El presidente tiene el favor del electorado republicano, está dispuesto a seguir en política y presentarse en 2024 y muy pocos legisladores se atreven a desmarcarse, aunque el proceso ahonde en la erosión democrática que vive EE.UU.
If the Supreme Court shows great Wisdom and Courage, the American People will win perhaps the most important case in history, and our Electoral Process will be respected again!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 11, 2020
El Supremo estaba reunido ayer. Al cierre de esta edición, todavía no había tomado una decisión sobre si aceptaba o no la demanda republicana. Debe hacerlo pronto, porque este lunes los electores de cada estado votan al presidente, y su resultado se enviará para que lo ratifique el Congreso el mes que viene.
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