La posible baza oculta de Trump: sustituir a Pence por una vicepresidenta
La elección de la exembajadora ante la ONU Nikki Haley como «ticket presidencial» sería el revulsivo para una alicaída campaña
Donald Trump está en el lugar opuesto a Joe Biden en la campaña por su reelección . Tras el desgaste de la crisis provocada por la pandemia de Covid-19, el candidato demócrata ha abierto brecha en las encuestas . La mayoría de los sondeos dan a Biden una diferencia de diez puntos frente al presidente. En algunos casos, de hasta quince puntos. El exvicepresidente con Obama necesita ser conservador. Trump, sin embargo, busca una reacción.
Detrás de ese momento electoral está el cambio de rumbo de su postura frente al coronavirus . En la última semana, ha pasado a defender el uso de la mascarilla como algo «patriótico», ha rebajado el tono optimista sobre la marcha de la pandemia y ha cancelado la convención republicana ante el aumento de casos en Florida .
Si la situación en las encuestas no mejora en las próximas semanas, podría probar un truco poco habitual en la política estadounidense: cambiar de vicepresidente. La última que ocurrió fue en 1944, cuando Franklin Roosevelt , con la salud ya marchita, despidió a Henry Wallace -un vicepresidente poco popular- y colocó al senador Harry Truman , que acabaría como presidente tras la muerte de Roosevelt.
Trump, acostumbrado a cambiar el guión de la política de EE.UU., podría hacerlo para dar una sacudida a la desesperada a la campaña. Su vicepresidente Mike Pence fue decisivo a la hora de conectar a Trump en 2016 con el voto conservador y evangélico. Ese electorado, en su mayoría, será fiel a Trump en cualquier caso.
La salida de Pence abriría la posibilidad de que Trump colocara a una mujer en su «ticket presidencial», un movimiento que sería bien visto por los republicanos moderados y algunos independientes y que podría reconfigurar la campaña. El nombre que más suena es el de Nikki Haley , exembajadora de EE.UU. ante la ONU y con aspiraciones presidenciales obvias para 2024. La probabilidad de esta operación de alto riesgo -y de que Haley acepte la propuesta- es baja. Pero no se puede subestimar la capacidad de Trump para la sorpresa.
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