Lo mejor de Biden: el moderador

El aspirante demócrata no se va como el responsable de que el debate se hundiera en el fango, pero sí perdió la oportunidad de tratar de sacarlo

El candidato presidencial demócrata, Joe Biden, durante el primer debate presidencial EFE

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«Parece que estoy debatiendo contigo, no con él», le dijo Donald Trump al moderador del debate, Chris Wallace. Fue en uno de los momentos en los que Wallace, un periodista respetado de Fox News, el canal amigo del presidente, corregía y contextualizaba las respuestas de Trump que no se acercaban a la verdad. Joe Biden, mientras tanto, se quedaba pasmado.

Las crónicas acusarán a Trump de bajar al barro , de romper todas las normas del decoro - no respetó las reglas que él había pactado -, de provocar el caos, de tirar mierda y encender el ventilador -sacó a la luz la adicción a la cocaína del hijo de su rival-, de hundir, un poco más, el nivel de la política y de tensar la cuerda de un país más polarizado que nunca. Es todo cierto, como también es que lo hizo ante un Biden inoperante .

El demócrata tuvo momentos acertados. Como cuando dijo que «el partido demócrata soy yo» para negar la acusación habitual de que su programa es el de izquierda radical. O cuando insistió en que «los millonarios y los multimillonarios como Trump» se han enriquecido durante la pandemia de Covid-19 mientras morían cientos de miles de estadounidenses y millones perdían sus trabajos.

Su desempeño general, sin embargo, fue mediocre. Su plan era centrar el debate en la gestión de Trump de la crisis sanitaria y económica y mostrarse como la opción moderada y decente que acabe con la división del país. La idea era elevarse frente al tono de Trump, hablar directamente a los votantes y evitar el cuerpo a cuerpo. Pero el presidente le arrastró al barro. Biden, falto energía y de reflejos, no logró contener a Trump , que llevó el debate a su terreno y al candidato demócrata a tierra de nadie. Acabó por insultar a Trump -«payaso», «mentiroso»- y por dedicarle un '¿por qué no te callas?' que correrá como la pólvora en redes sociales. Pero el encuentro acabó en una pelea de gallos en la que solo podía dominar Trump.

No se puede decir que el presidente ganara el debate, porque la bronca, los insultos y los gritos cruzados solo consiguieron que perdieran todos. La derrota de Biden fue ser incapaz de establecer un tono beneficioso. No tuvo la rapidez para acotar las mentiras de Trump, ni la contundencia para callar al presidente cuando era su turno o la habilidad para dejarlo como un maleducado. No era imposible hacerlo. Wallace le enseñó el camino. Respondió con datos a algunas afirmaciones de Trump, repreguntó cuando fue necesario y puso, en ocasiones, en su sitio al presidente. «Francamente, usted ha interrumpido más», le espetó el moderador a Trump cuando éste dijo que Biden también se metía en su turno.

Wallace no salvó el debate -una vergüenza para EE.UU.- pero hizo parte del trabajo que correspondía a Biden. Con firmeza, serenidad y la lección aprendida. El aspirante demócrata no se va como el responsable de que el debate se hundiera en el fango , pero sí perdió la oportunidad de tratar de sacarlo.

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