New Hampshire, más decisivo que nunca en las primarias demócratas
Biden está contra las cuerdas, mientras que Buttigieg da la sensación de haber conquistado el voto moderado del partido y, cuando lanza ataques, van hacia la izquierda
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Dicen las malas lenguas del Noreste de EE.UU. que la única razón por la que se debe parar en New Hampshire es para comprar alcohol o poner gasolina . El estado es un embudo rematado con una entrada estrecha al mar, de apenas treinta kilómetros de costa. Por allá pasan los veraneantes de Massachussetts a Maine, los destinos por antonomasia de la aristocracia de Nueva Inglaterra, solo interesados en salir de la autopista para llenar el depósito o el gaznate con los impuestos bajos de New Hampshire.
Ahora, sin embargo, la aristocracia política de EE.UU. recorre estos días el estado de punta a punta. Esta noche se celebran las primarias demócratas de New Hampshire, uno de los estados menos poblados del país, pero que tiene gran importancia en la elección del nominado del partido, al ser el segundo estado en votar. Este año, tras los agitados «caucus» de Iowa, todavía más.
El recuento caótico y los sorprendentes resultados en Iowa han redoblado la atención puesta en New Hampshire. El partido demócrata tendrá que pasar página con un recuento eficiente y rápido -es un sistema convencional de primarias, donde los votantes simplemente eligen un candidato en la papeleta- y los candidatos tendrán una oportunidad para cimentar o revertir lo ocurrido en Iowa.
El favorito es, sin duda, Bernie Sanders . El líder izquierdista es senador por un estado vecino -Vermont-, lo que supone una ventaja en el terreno. Aquí, además, se impuso con gran diferencia a Hillary Clinton en las primarias de 2016, en las que puso contra las cuerdas a la candidata del ‘establishment’. Y las encuestas le colocan en cabeza desde hace mucho tiempo. El acumulado de RealClearPolitics, le da un un 28,7% de los apoyos, frente al 21,3% de Pete Buttigieg, mientras que Amy Klobuchar, Elizabeth Warren y un Joe Biden en caída libre, están en el 11%.
Biden, contra las cuerdas
El ex vicepresidente con Barack Obama está en New Hampshire contra las cuerdas. Tanto él como su campaña han insistido en los últimos días que su campaña cuenta con el apoyo de las minorías y que en estados como Iowa -donde quedó cuarto contra pronóstico-, New Hampshire o Nevada -la próxima cita electoral- es normal que saque malos resultados. «Nadie ha ganado la nominación demócrata sin un apoyo mayoritario de las comunidades latina y afroamericana», dijo ayer en una entrevista en la cadena CBS. Pero, como le recordaron los periodistas, tampoco nadie ha ganado la nominación sin ser primero o segundo en Iowa o en New Hampshire. Y alcanzar la segunda posición en los comicios de hoy parece imposible.
Sobre todo porque para ello tendría que dar un vuelco al candidato de moda, Pete Buttigieg . El partido demócrata de Iowa entregó una gran noticia al joven candidato -tiene 38 años- en la víspera de New Hampshire: después de días de recuento, él es el ganador en los «caucus» y se llevará catorce delegados a la convención de julio que ungirá al nominado, dos más que Sanders (la campaña del líder izquierdista dijo que pediría una revisión parcial del recuento).
Es un espaldarazo a Buttigieg, al que se le vio su condición de favorito en el debate entre candidatos del viernes, donde todos los rivales le atacaron. El ex alcalde de South Bend (Indiana) tiene mucha desventaja con Sanders en New Hampshire y es muy difícil que le sobrepase: pero cualquier resultado cercano a Sanders lo podrá vender como una victoria.
Buttigieg da la sensación de haber conquistado el voto moderado del partido y, cuando lanza ataques, van hacia la izquierda. Sanders le ha criticado por recibir donaciones de multimillonarios y Buttigieg respondió ayer en un acto en la Universidad Estatal de Plymouth: «Este es un momento para atraer al mayor número de personas posible», dijo el candidato, que se pinta como alguien capaz de formar una gran coalición, al estilo de Obama, pescando apoyos entre independientes y republicanos moderados. «Pero muchos no nos vemos en una situación en la que o estás a favor de la revolución o eres parte del ‘statu quo’».
También se animó a viajar a New Hampshire Donald Trump, que ayer contraprogramó la víspera de las primarias demócratas con un mitin en Manchester, la principal ciudad del estado. «Voy a agitar a los demócratas un poco, lo que hacen es realmente aburrido”», dijo ayer en Twitter. Será un pulso fuerte entre Trump y Sanders , que celebrará un gran mitin-concierto, acompañado de una banda muy popular, The Strokes, y con Alexandria Ocasio-Córtez -la estrella joven de la corriente izquierdista demócrata- como invitada especial. De hecho, la campaña cambió el nombre del acto y lo cambió por «Bernie gana a Trump».
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