Los conservadores elegirán entre ocho candidatos a los finalistas para suceder a Johnson

Los laboristas fracasan en su intento por tumbar al primer ministro en una moción de censura

De izquierda a derecha: Liz Truss, Rishi Sunak, Penny Mordaunt, Nadhim Zahawi, Tom Tugendhat, Suella Braverman, Jeremy Hunt y Kemi Badenoch afp

Ivannia Salazar

Corresponsal en Londres

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Mientras los conservadores británicos están con toda la maquinaria del partido funcionando para elegir a su próximo líder, después de que Boris Johnson renunciara la semana pasada, los laboristas pusieron sobre la mesa una moción de censura contra el todavía primer ministro. La intención del partido opositor era que mañana se llevara a cabo una votación que permita que Johnson, que previsiblemente permanecerá en su cargo hasta que alguno de los candidatos sea declarado ganador, salga de Downing Street.

También será mañana miércoles cuando, según el Comité 1922 del Partido Conservador, que el lunes por la noche publicó las reglas y el calendario de la elección, cuyo vencedor se anunciará el 5 de septiembre una vez que los parlamentarios regresen a la Cámara de los Comunes tras el receso de verano que comienza el próximo 21 de julio, se realice la primera votación de los candidatos a suceder a Johnson.

«Creo que es muy importante que demos un paso adelante y tomemos las medidas que podamos para destituirlo (a Johnson) de su cargo. No es apto para ese cargo», declaró el líder laborista Keir Starmer, quien añadió que para el país es «intolerable» que Johnson continúe como premier hasta septiembre. «La razón por la que deja el cargo es diferente a la de los primeros ministros anteriores, cuando se trataba de un desacuerdo político», aseveró, y explicó que ahora «deja el cargo porque su propio partido ha llegado a la conclusión de que no se puede confiar en él».

«Dijimos que si no lo destituyen ellos mismos, y parece que no lo harán, entonces daríamos un paso adelante en el interés nacional y presentaríamos este voto de censura», dijo, y se preguntó cómo es posible que «cualquier tory» que en los últimos días haya dicho que no cree que Johnson sea apto para el cargo sea capaz de defender que siga al mando unas semanas más. «Estamos desafiando (a los parlamentarios conservadores) a poner a sus electores y al país primero«.

Rechazo de la moción

En todo caso, el gobierno de Boris Johnson se negó a que se lleve a cabo la votación de la moción, porque estaba dirigida contra el primer ministro y no contra el gobierno, y fuentes de Downing Street puntualizaron que no se dirigen a los individuos, sobre todo cuando el individuo en cuestión, en este caso el primer ministro, ya ha dimitido, por lo que sería una pérdida de tiempo. El Ejecutivo prometió que si la redactan correctamente, corrigiendo este punto, le darán espacio para ser votada el siguiente día hábil. La respuesta generó reacciones desde el laborismo, desde donde argumentaron que la negativa desde el número 10 de Downing Street de otorgar tiempo parlamentario para la moción es una muestra de que el Ejecutivo «está asustado». «Dado que el primer ministro ya renunció y está en marcha un proceso de (elección) de liderazgo, no creemos que este sea un uso valioso del tiempo parlamentario», justificaron desde el gobierno.

La moción sin embargo no tenía muchas posibilidades de prosperar, ya que los tories, que cuentan con mayoría absoluta en el Parlamento, no parecen estar dispuestos a alterar el curso del proceso interno en el que se encuentran sumidos en este momento y que suficientes dolores de cabeza está provocando, ni están por la labor de arriesgarse a que se convoquen unas elecciones generales de las que podrían salir mal parados. Pero en la política británica nada puede darse por sentado, menos cuando las aguas están tan revueltas, y ambas formaciones se enfrascaron ayer en una batalla, con el número 10 acusando a la oposición de «jugar a la política» mientras estos señalaban al Ejecutivo de «abuso de poder» y de no cumplir con las reglas de la Cámara de los Comunes que establecen que el gobierno debe dar tiempo para que se debata una moción de censura «lo antes posible», normalmente, al día siguiente.

Sucesión de Johnson

Mientras tanto entre los tories, anoche, el Comité 1922 confirmó que de las once personas que inicialmente se presentaron como dispuestas a suceder a Johnson, ocho cumplieron finalmente el requisito de contar con el apoyo de al menos veinte parlamentarios, aunque el ministro de Transportes, Grant Shapps, retiró antes su candidatura. Así, los nombres que aparecerán en la papeleta son los del ex ministro de Finanzas de 42 años, Rishi Sunak; de la ministra de Exteriores, Liz Truss, de 46; el de la ex ministra de Defensa Penny Modaunt, de 49; el parlamentario Tom Tugendhat, que fue soldado en Irak y Afganistán, de 49 también; Jeremy Hunt, de 55 años, millonario, ex ministro de Sanidad y que intenta separarse al máximo de la herencia de Johnson; así como Kemi Badenoch, que fue hasta la semana pasada secretaria de Igualdad, Suella Braverman, fiscal general y Nadhim Zahaui. Justo antes de que se acabara, a las 6 de la tarde, el plazo para presentarse, Sajid Javid y Rehman Chishti informaron que se retiraban tras no haber obtenido suficiente apoyo.

El favorito de momento es Sunak, que en un discurso este martes rindió tributo a Boris Johnson, que aunque caído en desgracia, fue el hombre que le dio la oportunidad de que su carrera subiera como la espuma, sobre todo durante los peores meses de la pandemia, cuando el joven banquero puso en marcha las medidas económicas para atajar la emergencia. Las palabras de Sunak para su ex jefe fueron que Johnson tiene «defectos» pero también «buen corazón».

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